El PSC mantiene su rumbo pese a los ataques de CiU
Lo perciben los protagonistas de la pugna política, pero también fuera de ella: la cúpula de Convergència i Unió (CiU) ha apretado el acelerador y se ha lanzado ya contra Pasqual Maragall como si las elecciones autonómicas fueran para dentro de un mes. La dirección socialista ha decidido, sin embargo, que no va a modificar su estrategia política ni sus previsiones por mucho que Jordi Pujol, Josep Antoni Duran Lleida y Artur Mas salgan en tromba todas las mañanas por radio, prensa y televisión para atacar a los socialistas. Al contrario.
Incluso José Luis Rodríguez Zapatero lo ha subrayado. El secretario general del PSOE, que ayer se entrevistó durante dos horas con Maragall y el primer secretario del PSC, José Montilla, echó en cara el pasado sábado a CiU que se haya lanzado "a una campaña electoral de un año". Lo dijo en Sitges, en la jornada del Círculo de Economía a la que asistían unos 400 empresarios y altos ejecutivos. Ayer insistió, en una entrevista por Catalunya Ràdio. "El Gobierno de CiU es un comité de campaña de Artur Mas".
Esta fue también una de los cuestiones comentadas ayer en la comida de trabajo de Maragall con la junta de la Cámara de Comercio, según explicó uno de los asistentes.
La comisión ejecutiva del Partit dels Socialistes (PSC), que ayer abordó esta cuestión en su reunión quincenal, ha tomado nota del incremento de los ataques de la cúpula de CiU contra Maragall. "Eso es fruto de que también ellos son conscientes de que hace un año Maragall le llevaba dos puntos de ventaja a Artur Mas y ahora le lleva seis", sostiene el portavoz del PSC, Miquel Iceta, que es además el director del equipo electoral socialista.
Iceta sostiene: "Cuanto más broncos y acorralados se les vea, mejor para nosotros, pues es claro que se ven a sí mismos como perdedores de la carrera". Tanto Iceta como otros dirigentes socialistas creen que en una situación de este tipo lo que corresponde es no variar el rumbo y aplicar la programación prevista, que en este caso no es ningún misterio: Maragall está dedicado, fundamentalmente, a dar a conocer su programa de gobierno sintetizado en las 17 medidas alternativas que presentó en el debate de la moción de censura a Jordi Pujol de octubre de 2001.
Además, el PSC no pierde de vista que, salvo sorpresas, la primera convocatoria a las urnas es la de las elecciones municipales de mayo. Una batalla de importancia capital para el PSC, en la que confía para incrementar su penetración en ámbitos territoriales en los que CiU tiene el control. Y que, por tanto, no le conviene mezclar los mensajes ni "saturar" al electorado.
Los dirigentes del PSC están de acuerdo en que no deben modificar sus previsiones. Algunos apuntan, sin embargo, que debieran aumentar también su presión como primer partido de la oposición en el Parlament, sobre todo en los aspectos en los que el Gobierno de CiU aparece en este final de legislatura más como el fiel aliado del PP. "No sobraría ahora un poco más de mala uva", dijo uno de los responsables socialistas.
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