Campaña en favor del Ejército
Desde hace algunos años los colegios públicos y concertados de Alcalá de los Gazules celebran un concurso de dibujo entre sus escolares cuyo tema fundamental es el radar que se yergue en la cima del Pico de las Yeguas, en los montes públicos del municipio. El autor del dibujo premiado consigue una bicicleta que tiene a bien regalar el Ejército del Aire.
Con esta iniciativa, en realidad, se trata de popularizar a las Fuerzas Armadas entre los más jóvenes de la localidad y acercar a la sociedad esta institución militar. También se pretende que los más jóvenes aprecien un nuevo elemento de su paisaje que desde hace ya algunos años rompe y trastoca la silueta de las sierras alcalaínas. No hay que olvidar que estas instalaciones no lograron ubicarse en Sierra Nevada, ya que fueron muchos los colectivos sociales que se movilizaron en contra, pero aquí fuimos menos y nuestro ilustre equipo de gobierno dio el visto bueno para su ubicación en Alcalá.
Esta iniciativa escolar no tiene en cuenta que el Plan de Desarrollo Sostenible del Parque Nacional de Los Alcornocales apunta que la construcción del radar es uno de los factores de riesgo ecológico y uno de los impactos paisajísticos más escandalosos del Parque Nacional, ni que fueron muchos los colectivos ecopacifistas, sociales y políticos alcalaínos que se opusieron y se oponen a la permanencia de semejante mastodonte. Ni estima que la funcionalidad del dichoso radar es la de blindar las fronteras de nuestro mundo, de ese otro, tan cercano y lejano a la vez, que deja tantos muertos en el Estrecho.
A nadie se le ocurriría hacer un concurso de dibujo sobre el tanque más hermoso, ni las minas, morteros o pistolas más eficaces. ¿Es que el radar es más inocuo? La mejor manera de construir el mañana de los alcalaínos es educar en los valores de la solidaridad y ternura a los retoños de nuestras casas.
Por favor, señores responsables docentes de la educación de nuestros hijos, respeten el sentir de una parte importante de los alcalaínos que nos oponemos al mantenimiento del radar y nos no hagan tragar con ruedas de molinos. Y, por favor, no popularicen al Ejército ni le vistan con una cara amable ante nuestros vástagos, que no queremos ver mañana, a los colegios de Alcalá, con las banderas a media asta porque uno de sus antiguos alumnos cayó muerto en una de las guerras propiciadas por el nieto de Bush.
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