La Armada española expulsa a un petrolero con rumbo a Gibraltar frente a la Costa da Morte

José María Aznar anunció ayer que en la noche del sábado la Armada procedió a la primera expulsión de las 200 millas de aguas territoriales españolas de un petrolero, el Moskowsky, de pabellón maltés, que no cumplía las condiciones acordadas con Francia tras el vertido del Prestige. El Moskowsky tiene más de 15 años de antigüedad, es de casco único, transporta fuel y va rumbo a Gibraltar. El Gobierno ha recomendado a las autoridades portuguesas que hagan lo mismo con ese barco. Aznar considera "una torpeza grave" las críticas que está recibiendo por la catástrofe del Prestige.

La expulsión del Moskowsky de las 200 millas territoriales fue efectuada por la Armada española al norte de la zona de tráfico marítimo, conforme al acuerdo firmado con Francia en la pasada cumbre bilateral de Málaga para la protección de sus respectivas aguas territoriales frente al transporte de mercancías peligrosas. A ese acuerdo se han sumado también Italia y Portugal.

Respecto a la marea negra consecuente al naufragio del Prestige, Aznar dijo que responsabilizar al Gobierno de ello es, además de "exagerado", una "torpeza grave" que compromete incluso el apoyo que puedan recibir en el futuro, si llegan al Gobierno y tienen que enfrentarse con un riesgo parecido, quienes hoy utilizan "el dolor ajeno como mercancía política". Aznar se despachó ayer de este modo con los críticos socialistas y nacionalistas gallegos, y tendió a atribuir la catástrofe a la falta consenso europeo sobre las normas de seguridad marítima.

"Esta situación se ha creado, evidentemente, porque en la UE no se ha producido el marco para adoptar determinadas medidas", dijo el presidente, quien añadió desafiante: "Yo estoy absolutamente convencido de que visitaré Galicia antes que mi predecesor cuando la catástrofe del Mar Egeo". Felipe González no acudió a la región afectada por aquel naufragio.

"Si hablamos en términos comparativos, y yo no quiero inducir a nada en ese sentido, quiero decir que si estuviésemos en unos tiempos parecidos a los de la catástrofe del Mar Egeo, no habría ninguna medida adoptada en España. Y quiero decir que ha sido el Gobierno que yo presido, del PP, el que ha aprobado y cerrado definitivamente las cuestiones relativas a las indemnizaciones para los afectados del Mar Egeo, que saben ustedes que tuvo lugar en 1992", dijo también Aznar, que se negó a comentar el hecho de que cuatro ministros, los de Medio Ambiente, Fomento, Sanidad y Consumo e Interior, estuvieran cazando o de vacaciones fuera de Madrid el primer fin de semana tras el accidente del petrolero.

"Como ya he dicho en alguna ocasión, yo no voy a Galicia para hacerme una fotografía. Yo voy a ir a Galicia con soluciones debajo del brazo, como es natural, y con los compromisos debajo del brazo, que es mi trabajo, y mi trabajo siempre me gusta hacerlo", afirmó el presidente.

"Yo quiero decir que me parece exagerado, me parece fuera de lugar, sinceramente, hacer responsable a un gobierno de la catástrofe que se ha producido. No se suele hacer", prosiguió. "Y quien tiene sentido de la responsabilidad no debería hacer esas cosas. En primer lugar, porque comete un grave error y, en segundo lugar, porque puede situar las cosas para el futuro, incluso para el futuro del que lo hace, en una situación imposible".

"Se trabaja a ritmo intenso"

Aznar defendió la actuación de su Gabinete. Afirmó que, al día de ayer, se habían recogido ya "del mar 5.000 toneladas métricas de fuel", que "se está trabajando a un ritmo extraordinariamente intenso", y que toda la actividad que ha desplegado en el ámbito de la UE produce ya resultados.

"Esas son las cosas que hay que hacer. Europa tiene una Agencia de Seguridad Marítima que se pone en marcha el 4 de diciembre, y eso hay que saberlo antes de hablar", dijo, antes de referirse a los nueve puntos que ha propuesto para que se debatan en el Consejo Europeo de Copenhague, el próximo 12 de diciembre, a fin de que "esto no vuelva a ocurrir nunca más". "El Gobierno está aplicando un paquete de medidas que coinciden de la A a la Z con las aprobadas por todos los grupos parlamentarios en el Congreso", añadió.

Y concluyó: "Yo creo sinceramente que lo que hace falta es tener un cierto sentido de la medida, no cometer evidentemente errores y no dedicarse a utilizar el dolor ajeno y las catástrofes como mercancía política, porque eso, sin duda, denota, en mi opinión, una visión política bastante estrecha, y denota un estilo político sustancialmente, notablemente mejorable".

Aznar hizo estas declaraciones en rueda de prensa tras concluir la reunión del Consejo Directivo de la Internacional de los Demócratas de Centro (IDC) que presidió durante el fin de semana en Corfú (Grecia). El encuentro, al que no acudieron más gobernantes europeos que Aznar y su homólogo portugués, José Manuel Durão Barroso, registró la salida total de la política del yerno de Aznar, Alejandro Agag, que acudió a Corfú acompañado de su esposa, Ana. Agag dimitió como secretario general de la IDC y fue sustituído por Antonio López-Istúriz.

Los reunidos ayer en Corfú aprobaron varias resoluciones, entre las que figura una en apoyo del disidente cubano Oswaldo Payá, otra sobre terrorismo y una tercera para reforzar las medidas internacionales sobre seguridad en el mar, propuesta por Aznar.

Preguntado por la crisis con el Reino Unido, agravada tras el incidente del Prestige y el referéndum gibraltareño, Aznar reveló que el 21 de noviembre mantuvo en Praga, durante la cumbre de la OTAN, una entrevista "larga y prometedora" con su homólogo británico, Tony Blair, que le permite esperar que las conversaciones sobre Gibraltar "se puedan retomar en un tiempo relativamente breve" y que las resistencias que Londres opone, como Holanda y Grecia, a que la UE refuerce sus mecanismos de seguridad marítima puedan ser superadas en Copenhague.