La Agencia de Cooperación
El miércoles 27 de los corrientes, en la página número 8 de la sección Comunidad Valenciana, la periodista de ese diario Neus Caballer, arremetía contra la creación de la Agencia Valenciana de Cooperación afirmando que ésta "despierta más dudas que credibilidad entre los actores implicados, básicamente en los Ayuntamientos" ...
El artículo en cuestión fue publicado con ocasión de la presentación del informe de Evaluación y Recomendaciones elaborado por el Comité Internacional de Ayuda al Desarrollo de la OCDE..., en la Universidad Politécnica de Valencia.
Ante lo que estimo una grave falta de rigor informativo y en defensa de aquellas personas y entidades, que me consta están dedicando esfuerzos y sacrificios a una labor tan dura e ingrata, intentando con mínimos recursos paliar la injusticia, la miseria y la desesperación en países de más de medio mundo, quiero puntualizar lo siguiente:
1º. Creo y estimo como alcalde de Sueca y como ciudadano, que la iniciativa propuesta por la Generalitat Valenciana, para la creación de la Agencia Valenciana de Cooperación, es necesaria y correcta. La coordinación de todos los recursos de las administraciones valencianas en proyectos de cooperación a través de una entidad como la que se pretende y con la participación democrática de todos, redundará en una mayor efectividad de las ayudas.
2º. En la jornada celebrada el día 26 en la UPV, los representantes del Ayuntamiento de Sueca, creo que éramos los únicos acreditados como Ayuntamientos. Y también los únicos que planteamos algunas preguntas como tales a la mesa. En ninguna ocasión manifestamos tener dudas o desconfianza hacia la gestión, que viene realizándose desde la Dirección General de Cooperación de la Generalitat Valenciana.
3º. Es incomprensible señor director, que la representante del Comité del CAD, la señora Kaori Miyamoto, resaltara y pusiera como ejemplo en la OCDE, la gestión llevada a cabo por la Dirección General de Cooperación de la Generalitat Valenciana, y así consta en el informe, y que tan destacado elogio, no conste en el reportaje de EL PAÍS.
