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La Comisión plantea que su presidente sea elegido por la Eurocámara y no por los líderes de la UE

El Ejecutivo comunitario propone la fusión del cargo de comisario de Exteriores y 'Mr. Pesc'

Carlos Yárnoz

La Comisión Europea sigue dispuesta a plantar cara a los Gobiernos a la hora de diseñar el futuro de la Unión Europea. El documento que enviará el próximo día 5 a la Convención sobre el futuro de Europa incluye propuestas radicalmente opuestas a las que hoy defienden los Gobiernos de los países más importantes de la Unión. Así, plantea que el presidente de la Comisión sea designado y elegido por el Parlamento Europeo, y no, como ahora, por los líderes europeos. Rechaza la idea de crear la figura de un presidente permanente del Consejo o de la UE, y opta por mantener el sistema de presidencias semestrales.

"La Comisión Europea debe tener una mayor legitimación democrática", opinan fuentes del Ejecutivo comunitario. Por eso, añaden, "hay que invertir el método para elegir a su presidente". En esa línea, Bruselas propondrá que sea el Parlamento Europeo, a la vista de los resultados electorales, el que designe un candidato y lo comunique después al Consejo para, seguidamente, someterlo a votación en la Cámara junto a los comisarios que haya seleccionado. Hoy, es el Consejo Europeo, los jefes de Estado y de Gobierno, el que designa un candidato que luego es votado en la Eurocámara.

Algunos líderes ya se han manifestado contra esa posibilidad, con el argumento de que el presidente del Ejecutivo comunitario dependería del Parlamento, que podría forzar su dimisión con una moción de censura. El Parlamento aumentaría, además, su ámbito de actuación para decidir conjuntamente con el Consejo todas las materias legislativas, salvo las de política exterior.

"Fragmentación"

Para la Comisión, de otro lado, la posibilidad de crear la figura de un presidente de la UE provocaría "dualismo y fragmentación". Sin duda, un presidente del Consejo o de la UE estable durante tres o cinco años reduciría al máximo el peso del presidente de la Comisión. Pero es ésa la fórmula por la que apuestan, entre otros, el británico Tony Blair, el francés Jacques Chirac, el español José María Aznar, el italiano Silvio Berlusconi y, aunque con condiciones, el alemán Gerhard Schröder.

Para hacerles frente, Bruselas deja claro en su documento que la Comisión debe convertirse en el "verdadero Ejecutivo de la UE", porque mantendrá el derecho exclusivo de iniciativa legislativa, aunque reconoce que deberá compartir algunas de ellas en los terrenos de la Política Exterior y de Seguridad Común y de las políticas económicas. Pero incluso en ambos campos propone la Comisión fórmulas para tener más peso.

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Es lo que persigue cuando plantea que el secretario general del Consejo y alto representante de la Política, cargo ocupado hoy por Javier Solana, y el comisario de Asuntos Exteriores, hoy Chris Patten, se fusionen en un único puesto bajo el paraguas de la Comisión, de forma que sea ocupado por un comisario o un vicepresidente del Ejecutivo comunitario. En el campo económico plantea que la Comisión no se limite como ahora a hacer simples recomendaciones, sino que pueda difundir proposiciones concretas para mejorar la coordinación de las políticas económicas.

Una de las pocas propuestas que encaja con ideas planteadas por los líderes consiste en la posibilidad de elegir por periodos de un año un presidente para formaciones concretas del Consejo (Transportes, Justicia e Interior...). Pero la Comisión quiere reducir al mínimo el derecho al veto, los acuerdos por unanimidad, y propone que las decisiones se adopten por doble mayoría (mayoría de Estados que representen más del 50% de la población de la UE).

Igualmente en contra de los países grandes, pero en línea con los pequeños, Bruselas quiere que se mantenga el sistema de presidencias semestrales. Los grandes se inclinan por equipos de cuatro o cinco países para presidir conjuntamente la UE durante cuatro o cinco años. También a favor de los pequeños, la Comisión quiere que, en la siguiente fase, se mantenga el criterio de que haya un comisario por país. Para Bruselas, su fórmula global para la UE es "simple, comprensible y eficaz". No lo entenderán así, con seguridad, los líderes de los países más grandes. Sólo Alemania, por sus apuestas federalistas, compartirá algunas de las tesis.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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