La socialista Jiménez rechaza que los comercios abran más días festivos

Trinidad Jiménez, aspirante socialista a la alcaldía de Madrid, lleva cuatro días sin poder hacer la compra. No ha tenido tiempo desde que comenzó su maratón. Aun así, no es partidaria de ampliar el horario comercial ni aumentar los días que permanecen abiertos los establecimientos. Ésta será una de sus propuestas electorales y una de las reivindicaciones de los representantes de los trabajadores de Mercamadrid, a los que visitó ayer.

La candidata empezó el pasado lunes el trinimaratón con un objetivo claro: salir a la calle a conocer los problemas de los madrileños y que los ciudadanos se fueran acostumbrando a verla. Ayer, cuarto día de gira, estaba contenta. Algunos empiezan a preguntarse si, en realidad, Jiménez no es una sola persona, sino tres hermanas trillizas. Porque la comitiva la forman tres vehículos forrados con su cara a tamaño gigante que van siempre juntos, y porque parece imposible estar en 70 sitios diferentes durante siete días.

Hasta ahora está cumpliendo con el horario casi a rajatabla. Se levanta de noche y se acuesta de noche. Lo más tarde que ha llegado a un acto han sido 20 minutos. Y si tiene una cena o una entrega de premios, se cambia en un despacho de la sede del PSOE, en la calle de Ferraz. Ayer estuvo de madrugada con los minoristas y mayoristas de Mercamadrid. Desayunó con 15 diplomáticos. Al mediodía visitó las instalaciones de la Escuela de Cine de Pozuelo de Alarcón y fue entrevistada en Telemadrid Radio. Almorzó con el secretario general de UGT de Madrid, José Ricardo Martínez, y se reunió en la sobremesa con su homólogo de CC OO, Javier López.

Antes de asistir al 25º aniversario de la CEOE y a una entrega de premios, Jiménez visitó las instalaciones del Samur-Protección Civil. Y entre cita y cita, se arrancaba con una canción de Mecánicos del Swing: "Quiero un Madrid de par en par, que huela a churros y solidaridad. Quiero un Madrid multicolor...".

En Mercamadrid, la candidata se puso las botas para entrar en la zona de pescadería. Los vendedores le explicaron que, después de la tragedia del Prestige, tienen que traer los percebes de otros países, sobre todo de Marruecos. Trinidad Jiménez cambió las botas por una bata de carnicera y se metió en una cámara frigorífica con mucho frío: tres grados bajo cero.

Los fruteros le regalaron una caja de mangos de Brasil y compartió con ellos sus amplios conocimientos frutícolas: "Es que soy experta en fruta. Aprendí mucho cuando viví en Israel", comentó. Más tarde, los comerciantes la invitaron a desayunar: comió pan con aceite y tomate, jamón serrano y pimientos del piquillo a las ocho de la mañana. Después de los agasajos, los representantes sindicales de los comerciantes le explicaron sus reivindicaciones. Se mostraron contrarios a la liberalización de los horarios comerciales.

El consejero de Economía de la Comunidad, Luis Blázquez, ha propuesto aumentar, a partir del año que viene, de 19 a 26, los domingos que los comercios pueden permanecer abiertos. Jiménez apoyó a los trabajadores: "Nuestra apuesta es no prolongar los horarios comerciales ni ampliar el número de días que ya permanecen abiertos". Los sindicalistas también se quejaron de que hay muchos trabajadores en Mercamadrid en situación irregular.

El sillón del alcalde

Trinidad Jiménez visitó por la tarde la sede del Samur-Protección Civil en la plaza de Legazpi. Se puso un chaleco fluorescente del servicio de urgencias y se montó en los distintos tipos de ambulancias. Pero el vehículo que más atrajo su atención fue el Centro Integrado de Coordinación e Información (Cicoin), una especie de Air Force One con ruedas preparado para afrontar situaciones de crisis como un terremoto o un atentado terrorista. En cuanto entró al autobús, la candidata se dirigió instintivamente al sillón del alcalde, donde se sentará el que gobierne en el momento de la catástrofe.

La aspirante al sillón del regidor también estuvo con 15 diplomáticos extranjeros. Hablaron de temas internacionales, pero también de Madrid. El representante británico expresó su admiración por Jiménez por la ilusión que está demostrando en este trinimaratón. Este diplomático le ofreció una solución para el futuro, por si se aburre de la política: "Como veo que a usted nada le parece imposible", afirmó, dirigiéndose a la candidata, "me la llevaré a Shefield para que entrene a mi equipo de fútbol. Hay que animar a esos chicos...".