Muerto antes de nacer

Los grandes proyectos nacen a bombo y platillo, pero mueren en silencio. Hace cuatro años, la multinacional británica THI anunció que invertiría 90 millones de euros en un centro de ocio en Iruña de Oca (Álava), con 1.400 trabajadores y una superficie total de 210.000 metros cuadrados, 54.000 de ellos dedicados a ventas. Las obras empezaron en agosto de 2000 y el centro se bautizó como Araba Park. Pero no llegó a nacer. Tras declararse THI en suspensión de pagos, el proyecto se ha paseado por los despachos de varias empresas especializadas hasta acabar en el cajón de la Diputación alavesa. Nadie quiere hacerse cargo de una inversión tan descomunal en un mercado que se ha saturado en apenas dos años.

El panorama de grandes superficies en el País Vasco está casi al completo. Álava es el ejemplo más radical. Hace poco más de un año sólo existía un hipermercado a las afueras de Vitoria, aunque sin ningún gran centro comercial a su alrededor. Ahora el mercado está casi agotado. Cuando abra en 2003 en los terrenos de la antigua acería de Sidenor el Boulevard de Vitoria, el mayor centro de Euskadi con sus 75.000 metros cuadrados de superficie comercial, el sector quedará sin cabida para nuevos grandes centros. Las directrices del Gobierno vasco prohíben conceder licencias a más hipermercados en la provincia. En Vizcaya y Guipúzcoa aún queda superficie apta para construir nuevos centros, aunque restringida. El proyecto más avanzado es el de Mega Park, en Barakaldo, aunque no incorpora hipermercado.

Araba Park puede ser, en cierto modo, la primera víctima del radical cambio en el aspecto comercial que ha vivido Álava en los últimos años. La viceconsejera de Comercio, Belén Greaves, cree, en cambio, que existen matices. Subraya que el fallido centro de Iruña de Oca "iba a ser novedoso pues incluía tiendas de factory outlet [ropa descatalogada de marcas de prestigio] e incorporaba mucho ocio". El proyecto añadía 18 multicines, una tienda de bricolaje, una bolera e incluso un casino. En algunos aspectos, no entraba en competencia directa con los otros dos. La viceconsejera recuerda que la reciente legislación vasca se ideó "para racionalizar la implantación de nuevas grandes superficies" y mantiene que "la gran competencia de los grandes centros comerciales es el pequeño comercio".

En el caso de Araba Park, el origen de su fracaso es la suspensión de pagos de la promotora cuando se llevaban nueve meses de movimiento de tierras. Aunque tenía vendido el 70% de los locales, THI no encontró otra firma que encabezase el proyecto. Se lo ofreció hace un año a la francesa Nexity, pero ésta ha dejado expirar el plazo previsto en el precontrato para hacerse cargo del solar al no encontrar socios. Ante ese vacío, la Diputación ha decidido recuperar la propiedad de unos terrenos que vendió por tres millones de euros y ahora ha recomprado por 1,3 millones, aunque se ha gastado otros 4,6 millones en construir los accesos. El teniente de diputado general, Carlos Samaniego, dice ahora que está hablando con dos firmas, una catalana y otra italiana, interesadas en retomar el proyecto.

El Ayuntamiento de Iruña de Oca, peneuvista, y la Diputación, del PP, se culpan mutuamente de haber propiciado el fracaso de la inversión. Si el terreno no consigue una salida comercial, se destinará a uso industrial, aprovechando su ubicación, junto a la N-I.