La rotura de una arteria del Canal inunda una gran avenida de Leganés
Una profesora resultó herida leve al resbalarse en unas escaleras
"Esto ha sido una auténtica riada. El agua nos llegaba más arriba de la cintura y la gente se ha subido a los contenedores para no ser arrastrada. Jamás había visto un riada tan grande". Así de contundente se expresaba ayer una vecina del barrio de Zarzaquemada, de Leganés, que sufrió la rotura de la arteria de 1,60 metros perteneciente al Canal de Isabel II que abastece a la zona sur del municipio. Durante más de una hora y media, un géiser de cinco metros vertió agua hacia los dos colegios contiguos, lo que obligó a desalojar uno de ellos. Más de 300 coches se vieron afectados. Algunos vehículos fueron arrastrados por las avenidas afectadas varios metros.
La rotura de la arteria se produjo sobre las 13.30 en el recién inaugurado bulevar de la Lengua Española, que enlaza el centro del municipio con la carretera a Villaverde. La tubería se rompió por causas desconocidas, y la fuerza del agua hizo saltar unos tres metros cuadrados de asfalto y aceras.
"Al principio, nos parecía curioso porque salía mucha agua y tenía una altura de dos pisos. Hasta entonces, era un espectáculo bonito de contemplar", señaló la secretaria de la Escuela Oficial de Idiomas, María Canal Conde. Pero el agua no cesaba de manar.
El agua anegó los patios de los dos centros educativos. "Era como una piscina, en la que el nivel subía y subía a toda velocidad", señaló una profesora del colegio público Andrés Segovia. En el momento de la rotura de la tubería había en el centro unos 150 alumnos. "Los niños de tres años, e incluso algunos más mayores, se pusieron a llorar y gritar 'mamá, mamá'. Se asustaron mucho", añadió otra maestra.
Al ver que el agua podía colarse dentro del colegio, las profesoras decidieron llevar a los niños a la parte delantera, frente a la fachada. A esa hora, sólo habían almorzado los más pequeños, de tres años, mientras que los mayores estaban pendientes de pasar al comedor. "Hemos tenido que tirar de móvil y llamar a los padres para que vinieran a recoger a los niños. Algunos se han mojado bastante, porque a esa hora caía un chirimiri que calaba mucho. Parte de los niños fueron alojados, hasta la llegada de sus padres, en un instituto cercano", comentó la educadora.
El gimnasio del centro, que se encuentra a 20 metros escasos de la rotura, quedó totalmente anegado con un metro de agua, junto con la zona de arena en la que salen a jugar los más pequeños. "Las pelotas de los juegos salían flotando por la puerta del colegio. Además, como caía mucha agua, parte rebosaba como una cascada por la valla a la escuela oficial de idiomas", añadió.
Una profesora, de 37 años, resultó lesionada al caerse por un tramo de escaleras del centro. Sufrió heridas leves. Cuando llegaron los efectivos de Cruz Roja no pudieron acceder al centro por la cantidad de agua que había acumulada a la entrada. Por ello requirieron la presencia de los bomberos, que sacaron a la herida en un colchón hinchable.
Los pacientes del centro de salud Jaime Vera no podían ni entrar ni salir, ya que el ambulatorio estaba rodeado por ríos de agua.
Mientras, la riada continuaba aumentando y alcanzó toda la avenida de Europa, hasta la estación de Renfe de Zarzaquemada. Es decir, 1,5 kilómetros de río. De hecho, los contenedores de la basura iban golpeando de un lado a otro a los coches que estaban estacionados en sus márgenes. Primero fueron arrastrados los contenedores más pequeños, pero luego salieron flotando los más pesados, de vidrio y papel. "Algunas personas se han montado en ellos para no ser arrastradas. Era una imagen casi de película", explicó un testigo.
Según fuentes municipales, unos 30 locales resultaron afectados por el agua. La peor parte se la llevaron algunos comercios de la calle de Rioja, entre ellos un taller mecánico, ya que se encontraban por debajo de la avenida de Europa.
Unos 300 coches que estaban aparcados en esta vía resultaron afectados por el agua, ya que se coló en su interior. Algunos vehículos fueron arrastrados varios metros por la riada y quedaron bloqueados en medio de la calle, según los testigos.
Al lugar acudieron los diez bomberos que estaban de guardia en el parque de Leganés. Al ver que la situación era muy grave, pidieron refuerzos a los parque de Parla y Villaviciosa de Odón, pertenecientes a la Comunidad de Madrid. Todos los bomberos se dedicaron a quitar las tapas de las alcantarillas para que el agua entrara por los desagües.
Cierre lento
Al ser una tubería de las mayores que tiene el Canal, el cierre de las válvulas tuvo que hacerse poco a poco para no causar más reventones en otros puntos de la red por el aumento de presión. Una portavoz del Canal no supo precisar la cantidad de agua que se perdió durante la hora y media que los operarios de la compañía cortaron el suministro. "El suministro no ha quedado interrumpido en ningún momento, ya que, al ser una red muy densa, se ha podido cambiar el suministro, sin que los clientes lo notaran", explicó la portavoz.
Una tubería de 30 años
Parte de una de las obras emblemáticas municipales de este mandato en Leganés saltó ayer por los aires. Una avería "fortuita", como la calificó una portavoz del Canal de Isabel II, obligó a cortar el nuevo bulevar de la Lengua Española, cuya reforma ha costado a las arcas municipales seis millones.A pesar de que todo el bulevar fue reformado hace un par de meses, la tubería que discurre bajo él permaneció sin cambiar. Y eso que tiene una antigüedad de unos 30 años, según explicaron fuentes del Ayuntamiento de Leganés. Fue construida con hormigón pretensado. El Canal ha puesto a disposición de los afectados un número de teléfono donde pueden obtener información sobre seguros y riesgo (91 545 00 00) y otro para asesoramiento de daños (91 350 87 04).
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