Symantec crea un centro de gestión remota de servicios

Arriba, colinas tapizadas de verde. Abajo, un refugio nuclear de los tiempos de la guerra fría, protegido por puertas blindadas.

El Gobierno de Tatcher preparó este recinto en la década de 1980 ante un probable ataque nuclear soviético. Por fortuna, nunca se hizo realidad y la Administración británica terminó por venderlo. Desde mayo, la infraestructura para sobrevivir a la radiactividad se ha sustituido por hileras de ordenadores.

Su misión es detectar otro tipo de amenazas. Intrusiones, virus, gusanos y otros peligros que acechan a los sistemas informáticos corporativos, en su mayor parte a través de Internet. Con esta finalidad, desde junio de este año, una veintena de empleados de Symantec llegan cada día al refugio.

En un ambiente ultraprotegido transcurre la jornada de estos especialistas, dedicados a escrutar desde sus pantallas lo que ocurre en los sistemas y redes informáticos remotos de los clientes de Symantec. Esta compañía norteamericana ha adquirido el búnker subterráneo, situado en "algún punto del Sur de Inglaterra", y lo ha convertido en un SOC (Security Operation Centre), desde el que centralizará los servicios de gestión de seguridad para sus clientes de Europa, Oriente Medio y África.

Pero lo importante no es su diseño, ni su adecuación al estilo 11-S, ni los virus, ni gusanos ni ataques de denegación de servicio que afectan de forma creciente a sistemas y redes informáticos. El SOC no aspira a proteger los sistemas de sus clientes en caso de catástrofes porque no es un centro de replicación de datos.

Desde el punto de vista del mercado de la seguridad lo decisivo es su modelo de negocio: los servicios de seguridad gestionada o, lo que es igual, la centralización y externalización de estos servicios, una tendencia que ya se está produciendo en el conjunto del mercado de las tecnologías de la información de la mano de la externalización y el alquiler de servicios a través de Internet o ASP.

Con este modelo, las compañías pueden dedicar sus recursos a su negocio, mientras que los expertos garantizan bajo contrato la seguridad de sus sistemas. Así aumentan la fiabilidad del sistema y la confianza de los clientes reduciendo los costes.

"Cuando se identifica un patrón de ataque frente a un cliente pueden tomarse medidas para prevenir que el mismo ataque sea lanzado en contra de otros clientes de la comunidad", explica Jeh Ogden, responsable de los servicios de gestión de seguridad de Symantec para Europa. Una fórmula que según Ogden experimenta un crecimiento de un 25% anual. "Nos llaman una media de 15 a 20 empresas cada mes", afirma.

Pero si las ventajas para los clientes parecen claras, falta ver cómo reaccionará el canal de distribución ante la posible pérdida de una parte de su negocio debido a la venta directa de servicios de seguridad por parte de los fabricantes, que hasta ahora se limitaban a suministrar sus paquetes antivirus, cortafuegos y otras soluciones de seguridad. También es probable que esta fórmula tropiece con la resistencia de los jefes de seguridad y administradores de sistemas de grandes compañías, que ven cómo sus responsabilidades disminuyen a medida que sus subordinados directos dejan de ser imprescindibles.

"Seguiremos apoyando para que comercialicen nuestros productos y los procesos de implantación y auditoría, dejando para el SOC la monitorización remota", dice Carolina Pascual, responsable de canal en Symantec Ibérica.