Carta abierta al consejero de Sanidad

El consejero de Sanidad, el señor Vallejo, ha hecho unas declaraciones muy optimistas sobre la pediatría de Atención Primaria. Entre otras cosas, ha afirmado que los pediatras disponemos de 16 minutos por enfermo.

Es posible que el señor Vallejo no frecuente como usuario los centros de salud y no sepa lo que realmente ocurre. Los que trabajamos en ellos día a día sabemos que en muchos centros no llegamos ni a 5 minutos por enfermo, sabemos que atender a 50 o 60 niños al día es frecuente y que llegar a 100 no es imposible. Sabemos que en los pocos minutos de que disponemos tenemos que hacer de celador (poniendo orden en la sala de espera o llamando a enfermos), de auxiliar de clínica (cambiando sábanas o poniendo termómetros) y de administrativa (rellenando vales o dando citas), con lo cual el tiempo real que queda para hacer de pediatra se ve seriamente comprometido y muy por debajo de los 16 minutos que él menciona.

Sabemos que la única plantilla que ha crecido sustancialmente es la que trabaja directamente para la Administración donde no escasean personal ni medios como ocurre en los centros de salud.

Sabemos que nuestra formación continuada indispensable para estar al día sale de nuestro bolsillo y de nuestro tiempo libre.

Sabemos que nuestros salarios son los más bajos de Europa, de los más bajos de España y más bajos que los de nuestros compañeros médicos de familia.

Sabemos que el presupuesto para sanidad en España es el más bajo de la UE, que el porcentaje para Atención Primaria es aún menor y que en Andalucía éste es proporcionalmente menor que en otras comunidades autónomas.

Sabemos que la Administración pretende ofrecer una buena sanidad, de la que somos los más firmes defensores, pero lo que nuestros políticos parecen no saber es que una buena sanidad pública pasa por una Atención Primaria de calidad y que ésta no se consigue a fuerza de marketing, golpes de efecto y buenas intenciones, que se necesitan recursos, financiación, buenos, suficientes y motivados profesionales y no muchos pero sí buenos y eficaces gestores.