La construcción de presas, el cambio climático y las especies invasoras crean polémica en la Ramsar

La conferencia del Convenio de Ramsar, que se celebra en Valencia, aprobó ayer las primeras resoluciones con directrices sobre los inventarios de humedales, y la conservación de ecosistemas costeros, de montaña y paisajes de turberas, entre otras. Sin embargo, algunas propuestas causaron controversia y obligaron a renegociar textos ya revisados de resoluciones sobre la asignación de recursos hídricos a los humedales, la construcción de presas, la protección de los valores culturales, y temas relacionados con la agricultura, el cambio climático y las especies invasoras.

Las convenciones del Convenio de Ramsar aprueban sus directrices por consenso y rehúyen de las votaciones que dejen fuera de acuerdos a parte de los países adheridos al tratado. Ello obligó ayer a nuevas negociaciones en grupos de trabajo para cerrar hoy, día de la clausura, la aprobación de propuestas pendientes.

Una de las resoluciones polémicas es la que se refiere a la valoración del informe de la Comisión Mundial de Represas en el marco de la Convención de Ramsar. Así, organizaciones como Ecologistas en Acción mantenían ayer su rechazo a un texto del que han desaparecido los párrafos más críticos con las consecuencias de la construcción de presas para los humedales y las especies que los habitan, mientras se introduce una frase que considera que estas obras son una opción para satisfacer necesidades energéticas y de recursos hídricos. En relación con esta resolución, se mantenía estancada otra que incide en la asignación de agua de calidad y en cantidad suficiente a las zonas húmedas para mantener sus funciones ecológicas. Conflictiva también se presentó la negociación en torno a la propuesta que alerta de los impactos derivados del cambio climático y pide que se adopten medidas para evitar la degradación de humedales. Asimismo, la resolución sobre prácticas agrícolas exigía modificaciones antes de su ratificación por el plenario. Lo mismo ocurría con la que analiza el impacto de especies invasoras sobre los humedales y llama a actuar preventivamente, ya que Australia, entre otros países, se ha mostrado a lo largo de la semana pasada contraria a su aprobación porque cree que desembocaría en un proteccionismo comercial. Las negociaciones al respecto, no obstante, avanzaban ayer, según fuentes de la convención.

Otra resolución, relacionada con la designación como sitios Ramsar de humedales representativos de la diversidad biológica, provocó una intensa discusión porque pedía la elaboración, de cara a la próxima conferencia, de un análisis sobre criterios adicionales para proteger zonas húmedas relacionados con los valores socioeconómicos y culturales. La mención específica a los valores culturales, objeto de otra propuesta también renegociada ayer, se topó con la oposición de varios países que, entre otros asuntos, alegan que el Convenio de Ramsar sólo se atiene a criterios ecológicos. El secretario general del convenio, Delmar Blasco, destacó la necesidad de "acomodar" las distintas "percepciones" sobre esta cuestión, pero también advirtió que el tratado no puede estancarse en interpretaciones "estrictas" que excluyan de su consideración la "ecología humana".