División en el PP por controlar Aguas de Valencia

Militantes, ex cargos públicos y grupos empresariales, todos ellos con el común denominador de pertenecer o estar en la órbita del Partido Popular, protagonizan una auténtica guerra por hacerse con el control de la empresa Aguas de Valencia, SA (AVSA), la empresa adjudicataria del suministro de agua potable a la ciudad desde hace un siglo. Hace algo más de dos años AVSA atravesó una auténtica crisis que tenía como último objetivo colocar a un militante del PP al frente de la dirección de la empresa. Objetivo que se alcanzó, tras un enrevesado proceso de supuesta valencianización, con el nombramiento como consejero delegado de Aurelio Hernández, alcalde de Cárcer, miembro del consejo de administración de RTVV y director de Egevasa, la empresa de aguas de la Diputación de Valencia. La valencianización, en síntesis, supuso la entrada en el accionariado de la sociedad de Facsa y Lubasa, dos poderosas empresas de Castellón, que compraron al BSCH parte de su capital en la sociedad y de la propia Egevasa.

Sin embargo, de un tiempo a esta parte, según diversas fuentes, la gestión de Hernández empezó a ser cuestionada por parte de algunos accionistas que hicieron llegar sus quejas a Eduardo Zaplana, actual ministro de Trabajo, por el proceder del consejero delegado que el ex presidente de la Generalitat impuso en su día. Estas quejas se le trasladaron a Hernández con un solo argumento: Zaplana ha perdido la confianza en el responsable de AVSA, que tiene que dejar el puesto. A esta explicación un alto cargo de la Generalitat añade otra: Juan Francisco García, ex jefe de gabinete de Zaplana y persona clave en el proceso de valencianización que hizo posible que el PP controlara AVSA, estaba llamado a ocupar el puesto que asumió Aurelio Hernández cuando dejara su cargo en el palacio de la Generalitat. Esta fuente lamenta que el relevo haya tropezado con problemas.

Sin embargo, García, en declaraciones a este periódico, dice que jamás ocupará el cargo de consejero delegado de AVSA y afirma que su vinculación con la sociedad es "consecuencia" de movimientos internos, pero no "causa" de los mismos.

Los "movimientos internos" a los que se refiere García parece claro que están relacionados con el malestar de relevantes personalidades respecto de la gestión de Hernández al frente de AVSA, mientras que los problemas que existen para un hipotético relevo están relacionados con las exigencias del actual consejero delegado de Aguas de Valencia que, según fuentes internas de la empresa, exige una compensación multimillonaria por dejar su cargo y los apoyos que se ha buscado en el interior del PP.