El papel del ambientólogo ante un desastre
El vertido de fuel que el petrolero Prestige ha derramado frente a las costas gallegas sirve para ilustrar el papel que un ambientólogo puede desarrollar antes, durante y después de un suceso de este tipo. El desastre ha sido tal que universitarios de toda España se han desplazado a Galicia estos días para ayudar como voluntarios en las tareas de limpieza de las playas -incluso los niños de los colegios salieron a colaborar-.
El trabajo de los licenciados en Ciencias Ambientales consiste en "armonizar la vida del hombre con su entorno, porque la calidad de vida no sólo depende de factores sociales y económicos, sino de los ambientales", como explica el coordinador de la carrera en la Universidad Miguel Hernández, José Navarro, y explica qué podrían hacer estos titulados frente a tamaño desastre.
Para empezar, localizar y búscar afecciones legales y legislación existente al respecto, o sea, qué barcos, qué mares, qué se transporta y en qué condiciones. Después tendrían que obtener datos sobre la información geográfica a partir de teledetección, fundamentalmente. Todo ello desembocaría en una "evaluación de los datos obtenidos tras el trabajo de campo", explica Navarro. Un trabajo éste, que consistiría en la localización exacta del problema, evaluación preliminar de daños y evolución del sistema que ha ocasionado el desastre.
El ambientólogo tendría también que prever los sucesivos acontecimientos ambientales.
Se esperaría de estos nuevos profesionales una "rápida toma de decisiones y una eficaz coordinación de los equipos que tienen que actuar para mitigar los efectos del desastre" y de otros especialistas. Algo bien necesario, como ha quedado demostrado estos días.
Nuevas rutas marinas
El seguimiento de los trabajos puestos en marcha y la evaluación continua para seguir tomando decisiones es una tarea que también desempeñarían los ambientólogos, explica Navarro.
Acabadas las actuaciones emprendidas para atajar cuanto antes el desastre natural, los licenciados en Ciencias Ambientales, prosigue el coordinador de la carrera en Elche, habría que efectuar una nueva evaluación y diseñar unas previsiones para el futuro que entrarían de lleno en el terreno de la prevención de riesgos; cabría esperar entonces, la "exigencia de nuevas normas reguladoras y el establecimiento de áreas de protección, así como el rediseño de nuevas rutas marinas", entre otras cosas.
Porque la gestión de residuos, de contaminantes, la actuación sobre áreas contaminadas y la recuperación de suelos y zonas degradadas son algunos de los terrenos laborales que reivindican como propios los ambientólogos.
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