Daniel Barenboim publica en España su autobiografía y un nuevo disco

Con 60 años y más de 50 dedicados a la música, Daniel Barenboim, pianista y director de orquesta, sintió hace años la necesidad de escribir su biografía. Con un único propósito: analizar una obsesión, la suya con la música. El resultado fue Mi vida en la música, un libro publicado en inglés hace años, recientemente reeditado, y que ahora sale en castellano en una edición de la Esfera de los Libros. El libro en castellano incluye el discurso que Barenboim pronunció en Oviedo, tras recibir el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia junto al intelectual palestino Edward Said, y fotos del acto.

Un libro en el que no hay lugar para cuestiones "privadas o personales" y en el que, escribe Barenboim en el prólogo, ha evitado "la arrogancia" de pensar que, "incluso después de más de cincuenta años sobre el escenario", tiene "cosas definitivas que decir sobre la música y los músicos". Barenboim, convencido de que la vida de un artista "debe ser privada", y consciente de que "evidentemente" hay "alguna relación entre lo que es público y lo que es privado", es partidario de "mantener separados estos dos aspectos de la vida". "Puede", escribe, "que me haya vuelto demasiado consciente de esto como consecuencia de tantos años difíciles en mi vida privada, durante la enfermedad de mi primera esposa [la violonchelista Jacqueline du Pré, fallecida de una enfermedad degenerativa]. Fueron momentos difíciles en los que me volví excesivamente sensible a las intromisiones en lo que consideraba privado".

Barenboim confiesa que nunca con las palabras ha sido capaz de expresarse "de una manera tan completa como con la música", a pesar de lo cual se ha arriesgado a poner por escrito, en una autobiografía que él cree nada convencional, el porqué de una vida, la suya, dedicada al piano y la dirección.

El libro coincide con la aparición en España de un nuevo disco, Adagios, dos compactos que recopilan momentos estelares de Barenboim en su doble condición de pianista y director, en grabaciones de estudio y en directo. La Filarmónica de Berlín, la Sinfónica de Chicago y la Staatskapelle berlinesa acompañan al director en las grabaciones.