Se desata la carrera por el voto

Igual que la Navidad llega a las grandes superficies con dos meses de antelación, la campaña electoral ha aterrizado en las calles, aunque queden más de cinco meses para las elecciones municipales y autonómicas del 25 de mayo, aunque se corra el riesgo de hastiar al votante y aunque las palabras mágicas que formarán los lemas de cada partido se guarden aún bajo siete llaves.

Esta semana pasaron por Madrid varios de los asesores estadounidenses de los partidos demócrata y republicano, quienes asistieron a un seminario organizado por la Universidad George Washington. Entre los alumnos había políticos y asesores tanto del Partido Popular como del PSOE, jefes de comunicación de secretarías de Estado o de alcaldías, que atendían con suma atención.

"El político tiene que ir a un mercado no sólo a dar besos, sino dispuesto a oír broncas"

Cada técnico estadounidense traía sus pequeñas y grandes fórmulas para llevarse al huerto al electorado. "Cada vez que ataquéis a vuestro rival", aleccionaba el ecuatoriano Roberto Izurieta, consultor político en Estados Unidos, "vosotros perderéis puntos. Tenedlo presente. En las guerras todos pierden. Pero hay que atacar en algún momento. Y ganará el que pierde menos".

Enrique Martínez, miembro de la ejecutiva del PSOE y encargado de formación electoral, se encontraba entre los oyentes del seminario con su ordenador portátil. "Es interesante lo que se está diciendo aquí", decía Martínez, "pero algunas de las cosas ya las llevamos haciendo en el PSOE un buen tiempo. En el PSOE cada vez estamos más convencidos de que al militante no hay que degradarlo a ser un mero extra con banderita en los mítines que salen por la tele. Y por eso estamos organizando un plan de encuestas en las que será el propio militante el encuestador".

"Las encuestas son de enorme importancia para conocer al electorado", recordaba César Martínez, director creativo del área hispana en la campaña presidencial de George W. Bush, "pero hay que tener cuidado con ellas porque son como los biquinis: lo enseñan todo, pero ocultan lo esencial. A veces los números no te dicen nada. Incluso cuando reúnes a un grupo de estudio para hacerles preguntas, a veces no es tan esencial lo que te responden como la expresión de sus caras al contestarte. Y eso no lo puede medir una encuesta".

César Martínez cree que la palabra clave para ganar unas elecciones es confianza. "El mundo ha avanzado mucho, pero el votante, sobre todo el votante hispano, quiere que la relación sea muy personal. Donde se ponga el apretón de mano no llega nada".

Y, en efecto, por ahí van los tiros. Tanto en el PP como en el PSOE. Trinidad Jiménez, la candidata socialista a la alcaldía de Madrid, comienza mañana en la capital lo que su equipo de colaboradores ha bautizado como el Trinimaratón. "Nos levantaremos con el primero que se levante y nos acostaremos cuando se acueste el último madrileño", indica una asesora de Jiménez. "Tendremos 70 actos en una campaña. Empezaremos mañana a las seis de la madrugada y en una semana no quedará apenas sector donde no hayamos estado. La Empresa Municipal de Transporte, el teatro Muñoz Seca, las urgencias de los hospitales, el servicio de recogida de basuras, colegios, escuelas de cine, metro, comerciantes, ancianos con Alzheimer...".

Jesús Sepúlveda, secretario ejecutivo de política electoral del PP, cree que los mítines multitudinarios pasaron a la historia. "Fraga, en su última campaña como candidato a la presidencia del Gobierno, llenaba todos los sitios adonde iba. Llenó hasta la plaza de Murcia, que no la habían llenado nunca los socialistas. Pero no nos comimos un torrado. El mayor acontecimiento, como puede ser el mitin de Aznar en 1996, donde reunió a 70.000 personas en Valencia, no es nada comparado con 20 segundos en televisión donde te ven al menos unas 200.000 personas. Por eso en esta campaña lo que vamos a hacer es reunirnos con muchos grupos. Escuchar mucho".

"El político tiene que ir a un mercado no sólo a dar manos y besos, sino dispuesto a escuchar broncas", señala el secretario de organización del Partido Popular, Pío García Escudero.

El PP asegura que aún no ha empezado su campaña electoral, que no ha nombrado al director de la misma ni ha contratado la agencia publicitaria. "Es normal que el PSOE quiera calentar el ambiente y dar a conocer a sus candidatos en Madrid", señala García Escudero. "Pero nosotros estamos gobernando en Madrid, nuestros candidatos son conocidos y no tenemos prisa".

Sin embargo, los partidos de la oposición opinan que el Partido Popular lleva varias semanas en precampaña electoral y ponen como muestra los carteles que ha comenzado a colocar en las calles con un lema que durará hasta el próximo febrero: "Más seguridad y menos impuestos".

El clima, el ambiente, la atmósfera que se palpa en el entorno de los partidos mayoritarios es el de la efervescencia electoral.

José Francisco Mendi, responsable de comunicación de Izquierda Unida, asume que su partido lleva ya varias semana en la brecha electoral. "Hemos elaborado estudios sociológicos. El pasado fin de semana reunimos a los responsables electorales de toda España. Y el próximo sábado, en Madrid, haremos otra convención nacional. Es el contexto el que te lleva a adelantar la campaña. Pero no es bueno eso, porque se termina cansando a los ciudadanos y se gasta más dinero. Debería haber más debates y menos campañas".

José Blanco el secretario de organización del PSOE, también reconoce que su partido tiene ya la maquinaria electoral más que engrasada. "Tenemos a dos personas dentro del partido que se dedican a analizar permanentemente las encuestas propias y ajenas. Pero además cuento con tres o cuatro colaboradores externos. Así, de cada encuesta me llegan tres informes distintos. Y dentro de poco firmaremos un convenio con una universidad. Tenemos ya encuestas de todas las comunidades autónomas y de los principales ayuntamientos de España. A partir de marzo encargaremos una encuesta de 10.000 personas. Y hasta mayo haremos un seguimiento personal de esas encuestas".

A los despachos de Ferraz y de Génova, las sedes del PSOE y el PP, no hacen más que llegar ofertas de compañías de teléfonos móviles, de agencias publicitarias. Pío García Escudero se muestra convencido de que los móviles desempeñarán un papel determinante en las elecciones generales de 2004. "Y no sólo para enviar mensajes al electorado", señala Sepúlveda, secretario de política electoral, "sino para convocar a los afiliados a los actos".

Tanto en el Partido Popular como en el PSOE se tiene la convicción de que la campaña a través de Internet será decisiva. "Los usuarios de Internet son creadores de opinión. Y la Red te ofrece miles de posibilidades para hacer cada día".

"Además del efecto propagandístico que consigues con Internet", indica Sepúlveda desde la calle Génova, "es que vendes imagen de partido moderno".