El PGOU de Sevilla propone integrar en la ciudad la isla de La Cartuja y el barrio más marginal

villa Reinterpretar la relación entre Sevilla y el Guadalquivir, renovar la ciudad consolidada e integrar en la capital el Polígono Sur, "la ciudad olvidada". Éstas son, según el delegado de Urbanismo, Rafael Carmona, las claves del nuevo Plan General de Ordenación Urbana, cuyo avance -el primer documento con carácter normativo- se entregó ayer a los grupos municipales. Para lograr sus objetivos, además de un sinfín de actuaciones estructurales se proponen algunas singulares, como un Palacio de la Ópera en el Sur o dos torres de 15 plantas en La Cartuja.

En el año 2016, cuando se cumplan los 14 años que se han marcado como horizonte temporal los redactores del nuevo PGOU, la Isla de la Cartuja debe estar definitivamente integrada en la ciudad. Seguirá siendo un espacio económico, administrativo y lúdico, pero se habrán incorporado a la isla nuevos usos que lo convertirán en "un barrio" más, según propone el avance del plan. Tendrá más actividad académica, empresarial, comercial e incluso "habitacional", es decir, residencias universitarias, hoteles y residencias para investigadores.

Uno de los debates más tensos entre el gobierno municipal y los técnicos que trabajan en la redacción del PGOU gira alrededor de la conveniencia de incorporar viviendas en La Cartuja. Urbanismo se niega "a colonizar" la isla, mientras que el director de la oficina del plan, Manuel Ángel González Fustegueras, se muestra partidario. El documento que ayer se presentó no incluye el uso residencial entre las incorporaciones primordiales, pero sí advierte de que la tendencia es que en los parques tecnológicos se implanten zonas de viviendas inteligentes y ecológicas, "como el escaparate de las nuevas tecnologías aplicadas al ámbito residencial".

Entre los proyectos para la isla, destaca la construcción de dos torres de 500 metros de planta y 15 pisos de altura levantadas sobre una plaza junto al río, justo en frente del Auditorio de La Cartuja y a los pies de una de las siete nuevas pasarelas peatonales proyectadas sobre el Guadalquivir. Las torres albergarán empresas, usos administrativos, bares, restaurantes y comercios. El nuevo PGOU apostará también por incorporar a la ciudad el Polígono Sur, "ese barrio que muchos sevillanos no quieren ver", como se refirió ayer a él el delegado de Urbanismo. Entre las actuaciones concretas previstas en esta zona hay un gran polideportivo cubierto y el Centro de Gestión de Emergencias que reunirá a Protección Civil, a la comisaría conjunta del Cuerpo Nacional de Policía y de Policía Local y a la autoridad única prevista para el Polígono Sur.

Al borde del antiguo cauce del Guadaíra, junto al barrio de Bami, se pretende levantar un Palacio de la Ópera y un apeadero de transporte fluvial rápido que permitiría llegar a través del río hasta el centro de la ciudad. Una alternativa más -como los parcamientos disuasorios en la periferia o los intercambiadores de transporte público- de las que pretende impulsar el nuevo PGOU para evitar el colapso de tráfico en el casco histórico.

El delegado de Urbanismo advirtió también de que se ha cuidado especialmente "la contención del crecimiento" para no provocar el agotamiento del término municipal. Aún así, el PGOU posibilita la construcción de 60.000 nuevas viviendas, 5.000 más de las que se prevén como necesarias para los próximos 14 años.

La intención de Carmona es que el documento de avance se apruebe en el pleno municipal de diciembre. Además, el delegado de Urbanismo se mostró convencido de que la aprobación inicial del PGOU llegará antes de que expire el mandato y de que "díficilmente no se aprobará por unanimidad".

Según las previsiones hechas por los redactores del plan, para llevar a la práctica todas las propuestas del nuevo plan urbanístico se necesitarán 2.012 millones de euros y se generarán alrededor de 50.000 empleos.