El Pacto de Estabilidad "no ha funcionado bien", según la OCDE
El Pacto europeo de Estabilidad y Crecimiento "fue una buena idea" que "no ha funcionado bien últimamente" y "merece ser adaptada" porque sólo ha conseguido "un progreso marginal" en términos de coordinación de la política presupuestaria europea. El economista-jefe de la OCDE, Jean-Philipe Cotis, dijo todo esto justo ayer, en París, durante la misma conferencia de prensa en la que aseguró que sus previsiones "integran" la rebaja de medio punto en el tipo del Banco Central Europeo "a corto plazo".
El Pacto de Estabilidad es una norma aplicable a todos los países de la Unión Europea, que fija un techo máximo del 3% en los déficit presupuestarios y obliga a que las cuentas de los Estado tiendan al equilibrio.
La inflación en la zona del euro se situará este año en el 2,2%, por encima del objetivo del 2% fijado por el Banco Central Europeo (BCE), pero debería bajar al 1,9% en 2003 y al 1,8% en 2004. La atenuación de las presiones inflacionistas y la blandura con que se está comportando la recuperación de la actividad económica conducen a la rebaja inmediata del tipo de interés -actualmente fijada en el 3,25%-, remontando progresivamente hasta acercarse al 4% a finales de 2004. La OCDE cuenta también con el mantenimiento de la paridad entre el dólar y el euro, y un precio medio del petróleo a 25,8 dólares el barril en 2002 y 2003, al margen de incertidumbres como las de un conflicto abierto en Oriente Medio.
Normas claras
Para los expertos de la OCDE, las reglas presupuestarias deberían ser revisadas o clarificadas en la zona del euro, a la vista de los importantes déficit públicos que existen. Su argumento es que algunos grandes países se enfrentan a un dilema: tienen que elegir entre políticas de reactivación económica por medio del aumento del déficit público, con el riesgo de que esto afecte a sus márgenes de maniobra a largo plazo; o recortar sus gastos para equilibrar las finanzas públicas y reservarse márgenes para hacer frente al envejecimiento de la población, con el riesgo de frenar la recuperación de la actividad económica.
Según el economista-jefe de la OCDE, la apuesta consiste en formular reglas presupuestarias "bien concebidas, transparentes, aplicables y operativas tanto en las fases altas como en las bajas" del ciclo económico. "Cualquiera que sea la regla elegida, debe permitir tener en cuenta la influencia de la coyuntura sobre los saldos presupuestarios". Para Cotis, "lo verdaderamente importante es medir el déficit estructural, subyacente" y "prestar mucha atención a la deuda, pero no sólo a la clásica, sino al pasivo que representan las pensiones y los gastos sanitarios", todo ello en el contexto de países con tendencia fuerte al envejecimiento de la población.
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