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EL ESTANCAMIENTO DE LA ECONOMÍA

González aconseja a Lula que para repartir riqueza debe crearla antes con el libre mercado

El líder socialista participó en Río de Janeiro en la Cumbre Empresarial de Latinoamérica

El ex presidente del Gobierno español Felipe González aconsejó ayer a Luiz Inácio Lula da Silva, presidente electo de Brasil, que "la pasión por repartir la riqueza debe ir unida a la pasión por generarla", y que, de lo contrario, "sólo se reparte miseria". El socialista González, que participó en Río de Janeiro en la Cumbre Empresarial de Latinoamérica, organizada por el Foro Económico Mundial, recalcó igualmente que es insostenible el crecimiento de las economías sin un reparto equitativo de la riqueza.

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El nuevo presidente de Brasil, Luiz Inácio da Silva (Lula), que excusó su asistencia a la reunión por su apretada agenda, estuvo representado por Marta Suplicy, alcaldesa de São Paulo. "Lula cumplirá con las aspiraciones de decenas de millones de brasileños que quieren un cambio en la política económica y social que tantas consecuencias negativas ha tenido para el país", declaró la alcaldesa.

Felipe González se convirtió en el maestro de ceremonias de la conferencia por dos razones: su dominio y capacidad para exponer y, todo hay que decirlo, por la ausencia de otras personalidades relevantes. González cenó con el presidente saliente, Fernando Henrique Cardoso. El ex presidente socialista español espera mantener un encuentro con Lula, si bien todavía no está confirmado. Cardoso, según fuentes consultadas, se ha convertido en promotor de ese encuentro.

González participó ayer en un coloquio que pretendía indagar si es compatible el crecimiento económico con la igualdad social. Lo primero que dijo es que "la pregunta sería si es sostenible un crecimiento sin distribución de la riqueza". La aceptación del público y de los panelistas fue instantánea. "Ése es el problema de fondo. Creo que no, que atravesamos una crisis en todas partes, tanto en América Latina como en los países desarrollados, la cual plantea la necesidad de cambiar el esquema e ir a un modelo donde el crecimiento vaya acompañado de una reducción de las desigualdades", explicó.

González subrayó que los grandes países industrializados exigen a los países en vías de desarrollo la aplicación de una política que ellos mismos abandonan cuando lo creen necesario: "Aplican una ideología a los países emergentes que no se aplican a ellos mismos", dijo.

El ex presidente español cree que la inclusión social de los sectores marginados en los países latinoamericanos supondría fortalecer la expansión económica.

Lula ha explicado esta idea como un aspecto central de su campaña electoral: hacer que el capitalismo mejore, fortalecer la demanda a través de la incorporación de una masa de la población excluida. González dijo que "los consejos en política son enormemente peligrosos. Lo que le diré, si tengo ocasión, es que la pasión por repartir riqueza debe ir unida a la pasión por generar riqueza y desarrollo; si no, es repartir miseria; menos para la nomenklatura, como hace mi amigo Fidel".

El nuevo presidente de Brasil, Lula da Silva (derecha), saluda al presidente del BM, James Wolfensohn.
El nuevo presidente de Brasil, Lula da Silva (derecha), saluda al presidente del BM, James Wolfensohn.REUTERS

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