Fuerte caída de los precios percibidos por el sector agrario en origen
El ministerio achaca la subida de un 5,1% en el IPC de los alimentos a la gran distribución
Los precios percibidos por el sector agrario en origen han experimentado una fuerte caída desde agosto de 2001. Según los datos del Ministerio de Agricultura, los mayores incrementos de los precios en el proceso de distribución se producen en el segmento minorista, desde las pequeñas tiendas, cada día menos, hasta la gran distribución, con márgenes de hasta un 300%. En el tramo mayorista, las subidas oscilan entre el 20% y el 40%.
De acuerdo con esas fuentes, a finales del mes de agosto el índice general había registrado un retroceso del 104,4 al 101,3, a pesar del buen comportamiento que tuvieron en el primer semestre del año los productos hortícolas. En el segundo semestre se ha agravado el descenso de los precios en origen, según el "observatorio de precios" de este ministerio.
Todo el sector agrario rechaza cualquier responsabilidad en la subida del 5,1% en los precios de la alimentación en los últimos 12 meses y pide más control sobre la gran distribución.
En el año 2001, la enfermedad de las vacas locas disparó los precios de producciones como el porcino o el pollo. Pero en los últimos 12 meses, superada la crisis, se ha producido la situación inversa. El vacuno recuperó posiciones, sin llegar a los niveles anteriores a la crisis. En porcino, frente a unos costes de producción de un euro el kilo vivo, los precios en origen se hallan en 0,85 euros. En pollos, los costes son de 0,77 euros, y el sector ha sufrido los últimos meses precios ruinosos de hasta 0,60 euros kilo. Todo este año se produjo igualmente el hundimiento del mercado del conejo. Destaca igualmente la reducción de entre 0,05 y 0,07 euros en el precio de la leche.
La situación asimismo ha sido negativa en las producciones agrícolas, con la excepción de las verduras, que tuvieron un buen primer semestre. El aceite de oliva siguió con precios congelados en origen en 1,80 euros el kilo. El vino se mantuvo también con precios congelados en 1,80 euros hectogrado. Bajaron los cereales. Hubo crisis en la patata, con precios en origen entre 0,05 y 0,08 euros kilo, al igual que en algunas frutas como melocotón, nectarina o melón.
Los híper no bajan inflación
Todas las organizaciones agrarias reclaman un mayor control sobre los márgenes comerciales no sólo para bajar la inflación, sino también para aumentar el consumo. En medios oficiales se reconoce que se trata de una de las grandes asignaturas pendientes de la Administración. En contra de lo que se esperaba en medios oficiales, los híper y supermercados no han contribuido a rebajar los precios y frenar la inflación. Actualmente, la pequeña tienda ha reducido su peso en la distribución alimentaria hasta el 30%, frente al 40% de los súper y más del 20% de los híper.
En los últimos años, algunos de los grandes grupos han suscrito contratos con proveedores en origen para la compra de productos agrarios. Sobre el papel, eran operaciones para acercar el producto al consumidor y bajar los precios. La sorpresa es que esos productos adquiridos en origen a precios bajos la gran distribución los comercializaba a precios incluso superiores a los de la tienda minorista.
