La tendencia global ayuda

Los malos datos de la economía española no han sido obstáculo para que la Bolsa se haya unido a la tendencia global y termine la semana con un avance del 2,91% en el Ibex 35 y para que los inversores se pregunten si se ha recuperado la tendencia de octubre tras las realizaciones de beneficios.

La volatilidad ha sido la nota característica en los mercados de valores a lo largo de esta semana, debido a los malos datos económicos internos, algunos buenos resultados empresariales y la aceptación por parte de Irak de la resolución de la ONU, que aleja el temor a un conflicto bélico inmediato.

El incremento del paro, la subida del IPC y la revisión a la baja por parte de la CE de las perspectivas de crecimiento económico, han puesto un tinte oscuro en el panorama de la economía española a medio plazo, pero los inversores han hecho uso de la globalización para "colarse de rondón" en tendencias ajenas y el Ibex 35 ha terminado esta semana con una subida del 2,91%. El índice general de la Bolsa de Madrid subió el 2,35% y en el ambiente queda la cuestión de si ello supone que se recupera la orientación de octubre tras una semana de retirada de beneficios.

El evidente enfriamiento de la economía española plantea algunas incógnitas sobre la capacidad de las empresas para sacar rendimiento a una coyuntura más adversa y ofrecer resultados en la línea de los del tercer trimestre. A juzgar por los datos económicos publicados en Estados Unidos en esta semana -estancamiento de las ventas al por menor, descenso de la producción industrial y de la capacidad industrial en uso en octubre- la recuperación no está a la vuelta de la esquina, pero la mejoría de la Bolsa en octubre y la tajante decisión de la Reserva Federal de la semana pasada han conseguido el milagro de que la confianza de los consumidores haya mejorado en el presente mes.

El presidente de la Reserva Federal alertaba esta misma semana de que las bolsas y el temor a una guerra con Irak frenaban la posibilidad de recuperación; pues bien, la Bolsa lleva camino de arreglarse, pese a la persistente debilidad de la economía, ya que la posibilidad de una guerra se ha alejado, al menos monentáneamente.

La respuesta de los inversores ha sido positiva en estos últimos días aunque, teniendo en cuenta los volúmenes contratados en el Mercado Continuo, los particulares todavía no han vuelto al mercado. La actividad institucional, de un lado, y la especulación intradía, de otro, son hoy por hoy los motores de esta reacción, de ahí que la volatilidad sea uno de los elementos más visibles en el mercado.

La mayoría de los resultados empresariales conocidos en estos días muestran los efectos de fuertes ajustes y de venta de activos por parte de las sociedades en un entorno de crecimiento relativo, algo que parece complicado mantener tras la revisión a la baja de las estimaciones de la CE.