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Reportaje:

La vida en directo

Cada semana, 'Mi cámara y yo', espacio de Telemadrid premiado con un Ondas, es testigo directo de la realidad

Mi cámara y yo, el programa de reportajes de actualidad de Telemadrid (viernes, 21.30), acaba de ser galardonado con un Ondas. El jurado ha valorado 'la originalidad e innovación de su formato y su servicio a la sociedad', en las antípodas de los espacios de cámara oculta que tanto proliferan últimamente. El programa se estrenó en mayo de 2001 y desde entonces un reducidísimo equipo pilotado por Carolina Cubillo, en colaboración con los servicios informativos de la cadena autonómica, muestra la realidad cotidiana desde otro ángulo a la vez que convierte la cámara en los ojos del espectador.

En año y medio, los reporteros han entrado en un convento de clausura, asistido a las violentas manifestaciones antiglobalización en Génova y recogido los temores de personas que viven cerca de torres eléctricas. Tampoco han escapado a su objetivo las alcantarillas de la ciudad o el hecho de que en pleno siglo XXI algunas familias viven en 20 metros cuadrados. Esta noche, bajo el cinematográfico título Fuego en el cuerpo, una reportera acompañará a los bomberos en sus salidas profesionales.

Carolina Cubillo está exultante. Además del Ondas, el próximo día 27 recibirán el premio que concede el Club Internacional de Prensa. 'Estos reconocimientos significan que estamos haciendo un buen producto, que recoge el espíritu de la calle, y por tanto, al espectador le resulta todo muy cercano'.

Cada semana, un reportero se desplaza hasta el escenario elegido con una minicámara, peso pluma, muy 'parecida a las que utilizan los videoaficionados', matiza la directora. 'Es tan pequeña que la gente no se asusta, enseguida se relajan y empiezan a hablar'. En este programa, la cámara se convierte en un testigo directo que siempre va por delante como la tarjeta de visita de los periodistas. Según Carolina Cubillo, nunca se hacen denuncias ni juicios de valor. 'Nos limitamos a mostrar los hechos, algunos de ellos de gran valor documental', añade.

Asistir a un trasplante de órganos y viajar de polizón como lo hacen los inmigrantes son algunos de sus próximos proyectos. Dentro de unas semanas emitirán un trabajo que les gusta especialmente. En esta ocasión será Sarai, una niña de nueve años de etnia gitana, quien porte la cámara para enseñar su nueva casa. 'Su familia ha abandonado el poblado de El Salobral y por primera vez vivirá en un piso con calefacción. Todavía no se lo creen', termina la directora.

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