Úrsula Schulz-Dornburg exhibe las imágenes de los refugios más primitivos del hombre

Úrsula Schulz-Dornburg (Berlín, 1938), es una de las más veteranas fotógrafas en activo de Alemania. El Ayuntamiento de Pamplona y el IVAM han presentado en la capital navarra cinco de sus más destacados proyectos de los últimos años, un recorrido visual en blanco y negro que resume más de dos décadas del trabajo de una autora cuyas fotografías han dado la vuelta al mundo y están presentes en prestigiosas colecciones internacionales.

Lugares y situaciones arquetípicas de gran fuerza sugestiva constituyen el magma temático de unas imágenes tomadas en puntos del mundo tan distantes entre sí como Georgia, el Ártico, Armenia, España o Irak.

Las creaciones de Schulz-Dornburg son producto de un previo viaje interior. La artista refleja después su mirada sobre las cuevas transcaucásicas que que vivían eremitas durante los primeros años del Cristianismo; las paradas de autobús armenias en tierra de nadie; las estaciones meteorológicas sobre témpanos de hielo a la deriva en medio del Ártico; las arcaicas islas de casas construidas con cañas en medio del paisaje anfibio del delta del Tigris o los oscuros interiores que guardan las pequeñas ermitas pirenaicas.

¿Qué relación tienen unas imágenes con otras?, ¿cuál es su conexión? Josep Vicent Monzó, el comisario de la exposición, ofrece la respuesta por medio de una sola palabra: shelter (refugio). 'Es un concepto unitario que describe espacios de construcción alternativos, inspirados en las culturas más primitivas', indica Monzó. Arquitecturas de refugio son las casas de cañas, las cuevas y las ermitas, las paradas de autobús, las tiendas y estaciones meteorológicas. En definitiva, son metáforas de la existencia en un campo de tensiones entre el refugio y el abandono. 'El hombre se mueve constantemente. También lo hacen las placas tectónicas de la Tierra y estas series de imágenes están unidas por la idea de movimiento', señaló la fotógrafa, que actualmente reside en Düsseldorf, durante la presentación de su muestra en la capital navarra.

La fotógrafa utiliza series de imágenes de tamaño medio para fijar un tiempo que huye, el vacío que deja una luz momentánea que irrumpe en los refugios durante un instante. Las personas que retrata, siempre en tierra de nadie, desaparecen después. No quieren estar en los espacios desapacibles en los que su cámara las ha inmortalizado en las dos últimas décadas de incesantes viajes. No en vano, una de sus series se titula Paisajes desaparecidos, espacios sin nombre, cambiantes, imposibles de encontrar ahora porque su fragilidad hace ya mucho tiempo que los convirtió en irrecuperables. Las fotografías de Schulz-Dornburg tienen otro punto en común: el silencio, la mirada pausada de lugares fronterizos, de tránsito, muy alejados del vértigo urbano y los polos de desarrollo industrial.

La muestra, titulada A través de los territorios, permanecerá abierta hasta el 15 de diciembre en la sala de exposiciones de Zapatería 40 de Pamplona.