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Entrevista:DANIEL ALTSCHULER | Director del Observatorio de Arecibo

'Si seguimos así, la vida tecnológica no durará mucho'

Hace una década que Daniel Altschuler, nacido en Uruguay hace 59 años, dirige el Observatorio de Arecibo, en Puerto Rico, donde está la mayor antena de radiotelescopio del mundo, de más de 300 metros de diámetro. Esta antena fija excavada en roca ha sido escenario de películas como Goldeneye -de la serie de James Bond- y Contact. En esta última, basada en una novela homónima de Carl Sagan, Jodie Foster es una astrónoma que busca vida inteligente analizando señales de radio procedentes del cosmos. A eso mismo se dedica, en la realidad, una pequeña parte del tiempo de observación del gran radiotelescopio. Altschuler ha visitado España para presentar su libro de divulgación, Hijos de las estrellas (Cambridge University Press).

'En los rodajes, para filmar diez minutos se tiran dos semanas, y es aburridísimo verlo'
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Pregunta. El telescopio de Arecibo se construyó en 1963. ¿Sigue hoy a pleno rendimiento?

Respuesta. Sí, tenemos dos centenares de usuarios al año. La mayoría son estadounidenses, pero en nuestras decisiones de quién usa el instrumento sólo cuenta el mérito científico de la propuesta, no de dónde venga la persona. Hemos tenido españoles en proyectos en colaboración.

P. ¿Se mantiene actualizado?

R. Ha sido mejorado dos veces, en 1974 y en 1997. La primera vez se instaló la actual cubierta metálica del reflector , que antes era una red de alambre. En la última se instaló el domo , que alberga espejos metálicos correctores. También hemos ajustado la precisión de la curvatura del reflector: ahora se desvía de la ideal en sólo dos milímetros, lo que en 300 metros de diámetro es un gran logro.

P. Arecibo se construyó inicialmente para estudiar la ionosfera. ¿Qué se quería saber?

R. Varias cosas. Entonces el Sputnik se acababa de lanzar, y se creía que la ionosfera era muy importante para las comunicaciones. El proyecto empezó con fondos del Departamento de Defensa, que quería ver si podía ser útil para comunicación: la reflexión en la ionosfera es lo que habría permitido ver más allá del horizonte. Con los años la radioastronomía cobró fuerza y hoy acapara el 75% del tiempo de Arecibo.

P. ¿Y qué se estudia allí?

R. Fuentes muy débiles, porque el tamaño da sensibilidad, por ejemplo los púlsares. Allí se descubrieron los púlsares de microsegundo. También se descubrió uno con un sistema planetario alrededor, en realidad el primer sistema planetario extrasolar descubierto. Y un púlsar binario, que confirmó la existencia de ondas gravitacionales. Ahora estamos construyendo otro instrumento, ALFA, con el que esperamos rastrear el cielo y duplicar el número de púlsares conocidos. Esperamos encontrar púlsares exóticos, por ejemplo, uno junto a un agujero negro.

P. ¿Compite Arecibo con otros grandes radiotelescopios, como el Very Large Array o el futuro ALMA?

R. Son instrumentos complementarios, pero sí, significan mayor competencia por fondos, que no aumentan con la celeridad que quisiéramos. Aunque la competencia está en función de lo que opinen los científicos que utilizan estos instrumentos.

P. ¿Y qué opinan?

R. Que aún hay un buen futuro para Arecibo, porque seguimos siendo el reflector más grande del mundo, lo que implica mayor sensibilidad, y no se vislumbra hasta dentro de 20 años ninguno que lo supere. Se habla de hacer un radiotelescopio de un kilómetro cuadrado de área, a base de muchos elementos que trabajan en modo interferométrico.

P. ¿Qué tal la experiencia de los rodajes de películas en Arecibo?

R. Para nosotros, penosa. Para filmar 10 minutos se tiran dos semanas, y es aburridísimo verlo. E interrumpe el trabajo. Hoy no creo que... A menos que el precio sea tan alto que nos convenga. Lo llamativo es que producir estas películas costó entre 50 y 100 millones de dólares, y yo cada año peleo para que me den un millón más. Haría maravillas con un millón. La desproporción entre ciertos aspectos de la sociedad es penosa.

P. ¿Qué le pareció Contact?

R. Mala, la novela es mejor. Son detalles técnicos, pero eso de escuchar con los auriculares como hace ella... eso no es así. No le veo el valor adicional a estas cosas. Desinforman, en realidad.

P. A veces, la gente se aficiona a la ciencia por películas así.

R. El peligro es que quien se engancha por estas películas después se desilusiona porque la ciencia no es así. La ciencia requiere esfuerzo individual, sacrificio, quemarse las pestañas. A veces en la visión popular se pierde todo eso por querer hacer que la ciencia sea divertida, emocionante... Lo es, pero por algo más profundo. Hay gente que dice: 'Me gusta la ciencia porque quiero buscar extraterrestres, pero no me gustan ni las matemáticas ni la física...'.

P. Pero la gente del proyecto SETI, de búsqueda de vida inteligente, ¿trabaja como en la película?

R. Sí, pero sin los auriculares. El análisis de la señal que pudiera descubrirse requiere instrumentación muy sofisticada. En Arecibo se dedica a SETI alrededor del 3% del tiempo.

P. ¿Van a encontrar algo?

R. Buscar vale la pena. Por otro lado, no sabemos lo bastante como para decidir cuáles son los parámetros iniciales, sólo conocemos un ejemplo de vida, y extrapolar de un ejemplo es peligroso. Nadie dice que el desarrollo de vida en otros lados tiene que ser como en la Tierra. Y también es verdad que la vida inteligente ha surgido en la Tierra después de 4.000 millones de años sólo una vez. La segunda pregunta es cómo de longeva es la vida tecnológica justo por serlo. Por el único ejemplo que tenemos, me atrevo a decir que si seguimos así la vida tecnológica no durará mucho. ¡Aunque dure 10 millones de años! En un planeta de 4.000 millones de años, la vida tecnológica habría surgido y se habría extinguido en un instante. Y por sus propios medios, que es lo más trágico de la historia.

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