Desconcierto total

Los inversores europeos se han visto sorprendidos por la negativa de las autoridades monetarias a bajar los tipos de interés y el papel ha vuelto a hacer acto de presencia en los mercados de valores.

El Ibex 35 ha perdido en esta semana el 1,06% y pone fin a una racha de cuatro semanas consecutivas de ganancias. El índice general de la Bolsa de Madrid baja en la semana el 0,83%.

La negativa del BCE ha tenido más impacto al producirse sólo un día después de que la Reserva Federal, el banco central de Estados Unidos, decidiera rebajar en medio punto los tipos de interés para situarlos en el 1,25%. Con este descenso, el primero de este año y el número 12 desde que comenzó a enfriarse la economía, la Reserva Federal parece haber quemado sus últimos cartuchos para tratar de reactivar la economía estadounidense. En los días anteriores a esa decisión, la economía de Estados Unidos ofreció un par de datos significativos, como el descenso del 2,3% en los pedidos a fábrica de septiembre y el retroceso del índice de actividad del sector servicios en octubre, que sigue la senda del sector manufacturero. Con posterioridad se publicó el incremento del 4% de la productividad en el tercer trimestre, pero ese dato sólo significa que han descendido los costes laborales sin que ello se haya trasladado a la actividad económica.

Los inversores se encuentran ahora con el problema de unos precios relativamente altos para una situación económica más inestable. En las últimas semanas, y considerando que la posibilidad de una guerra con Irak había perdido enteros, los inversores decidieron que todas las contingencias económicas estaban suficientemente descontadas, sobre todo después de que las grandes empresas cubrieran sus riesgos en Latinoamérica con grandes dotaciones y pusieran al día sus balances reflejando su enorme endeudamiento.

Las previsiones económicas empeoran de día en día y eso significa que las empresas tendrán más problemas para salir del bache, lo que podría exigir algún que otro ajuste en unas cotizaciones relativamente infladas en las últimas semanas.

La posibilidad de una reacción ante esta nueva bajada de los tipos de interés en Estados Unidos se ha esfumado, porque los analistas habían centrado sus expectativas de un descenso de un cuarto de punto y los inversores se han asustado cuando la Fed ha creído necesario bajar medio. El enfriamiento económico parece más serio de lo que se decía y, lo que es peor, habrá que esperar al menos un par de meses para ver los efectos de esta rebaja de tipos.