Los Benetton cambian de piel
La OPA sobre Autostrade puede transformar a la familia italiana en líder de las autopistas
La familia de Ponzano Veneto no ha limitado su reino a la confección. Una vez consolidada su posición en este sector (con un volumen de negocio de 2.000 millones de euros y un valor de mercado de casi 5.500 millones de euros), la familia, siguiendo el ejemplo de otras grandes dinastías italianas como los Agnelli o los Pirelli, ha ido expandiendo su imperio y diversificándolo. Hasta el punto de que el apellido Benetton está presente en una miríada de negocios, desde la banca (4,8% de la Antonveneta) hasta las telecomunicaciones (con un 20% en Telecom Italia a través de Olimpia), pasando por la restauración en carretera (con el 57% de Autogrill), las grandes estaciones (un 13 % en Grande Stazioni), un 6% en la firma Pirelli y una presencia menor en la firma editorial Caltagirone y el sector energético (Acegas). Aparte de las autopistas, donde los Benetton controlaban hasta ahora el 29,9% de las acciones de Autostrade a través de la sociedad Schemaventotto.
Hasta ahora, Edizione Holding, el holding de la familia dueña del 69,35% del Grupo Benetton (que se cotiza en las bolsas de Milán, Nueva York y Francfort) y del 60% del capital de la sociedad financiera Schemaventotto, había entrado en el mundo de los servicios con paso cauteloso. La financiera del grupo, presidida por Gilberto Benetton, de 65 años, puso un pie en 2000 en la sociedad que gestiona las estaciones ferroviarias; es decir, la primera pieza del conglomerado ferroviario que ha puesto en venta el Estado italiano. Lo hizo discretamente, siempre en compañía de los mismos socios de Schemaventotto y siempre manteniendo su participación por debajo del paquete de control. Lo había hecho también en diciembre de 1999, cuando la familia de Ponzano Veneto y sus socios se quedaron con el 29,9% de Autostrada, la red pública de autopistas, apenas el Estado la puso en venta. Un bocado apetitoso que costó 720 millones de euros, desembolsados por los empresarios de la confección en estrecha alianza esta vez con banqueros y sociedades de autopistas de España (Acesa) y Portugal.
Una participación ligada a la cadena de restauración en carretera Autogrill, controlada ya por los Benetton, división que cuenta con 650 restaurantes en toda Europa y que ya puso un pie en América. Eran operaciones cuidadosas en las que la familia Benetton se conformaba con ser socio 'de minoría', como explicaba Luciano Benetton, de 67 años, el mayor y más conocido de los hermanos. La cartera de acciones iba aumentando, pero la familia seguía considerando el Grupo Benetton (la confección) como la verdadera joya de la corona. Al grupo, diversificado en firmas como United Colors of Benetton, Sisley y Playlife, se le añadieron marcas deportivas como Nórdica, que fabrica botas de esquí; Prince, raquetas de tenis, y Rollerblade, patines. No en vano, el núcleo del negocio, la ropa, factura casi un tercio del total de los negocios familiares (2.000 millones de euros, frente a los 7.000 millones de los restantes capítulos).
Pero el 1 de noviembre las cosas cambiaron de plano. Los Benetton lanzaron una OPA colosal, por valor de 8.000 millones de euros, sobre el 100% de Autostrade. La oferta, que partiría en diciembre, se considerará aceptada si se adhiere a ella el 67% de las acciones; de ser así, los Benetton dejarían de ser únicamente líderes en el sector vestido para convertirse en los reyes de las autopistas.
A por el cien por cien de Autostrade
Los rumores de una escalada al grupo Autostrade estaban en el aire. Eran varias las firmas interesadas en este coloso, el mayor grupo europeo en la gestión y construcción de autopistas y túneles. El grupo Schemaventotto, que adquirió en diciembre de 1999 el 29,9% de las acciones, se mantuvo cuidadosamente por debajo del 30%, porcentaje a partir del cual, por ley, en Italia se debe pujar por el total de una empresa. Sólo que con el paso del tiempo y el relanzamiento de nuevos planes de construcción de tramos de autopista y conexiones viarias por parte del Gobierno de Silvio Berlusconi el interés por Autostrade había aumentando considerablemente. El grupo gestiona el 56% de las autopistas italianas de peaje, el 48% de toda la red de autopistas y el 18% de la red europea de autopistas de peaje (3.120 kilómetros, de los cuales 2.855 gestionados directamente y los restantes 265 kilómetros a través de seis concesionarias controladas). Gilberto Benetton, presidente de Edizione Holding, principal accionista de Schemaventotto, consideró entonces que había llegado el momento de actuar. Previamente, Autostrade había decidido mantener su presencia en la española Acesa, para lo cual los italianos tuvieron que aumentar su cuota en la firma española en un 2,83%; es decir, en 106 millones de euros, colocándose en el 7,2%. Schemaventotto, participada a su vez por Acesa (12,8%) y la portuguesa Brisa, además de la familia Benetton, Fondazione CrT, Assicurazioni Generali y Unicredito, anunció la OPA el 1 de noviembre. El precio de las acciones será de 9,5 euros, considerado por los analistas demasiado bajo, pese a que representa casi un 20% más del valor de mercado medio de los títulos de la concesionaria de autopistas.
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