Un psicólogo dice que la ecuatoriana Melva actuó presa del pánico
El fiscal reduce de 20 a 17 años la petición de pena de cárcel para la acusada
Javier Fresneda Sierra, el psicólogo y especialista en migraciones que no tuvo posibilidad de testificar en el primer juicio contra la ecuatoriana Felicitas Melva Cañar Camacho, celebrado en noviembre de 2001, mantuvo ayer ante el tribunal del jurado que Melva actuó el día de los hechos 'presa de una situación confusional y de pánico, y se bloqueó'. Ese día, Melva abandonó las instalaciones del metro de Madrid al sentir dolores de parto. De vuelta a casa, se perdió y fue a dar al madrileño parque del Retiro. Allí, en la zona conocida como la montaña artificial, dio a luz. Pero el bebé murió. Melva metió el cadáver en unas bolsas y lo escondió entre unos arbustos. Ya en casa, las compañeras de piso la llevaron a una clínica donde la asistieron de un desgarro posparto. Allí confesó los hechos. El psicólogo que declaró ayer no pudo hacerlo en un juicio anterior, porque no se le permitió. Javier Fresneda ha visitado a Melva 60 veces en la cárcel.
El psicólogo aseguró que 'hay que conocer la historia de Melva, como la de los habitantes de las aldeas de la cordillera andina, para poder calificar su actuación'. 'Cuando llega a España, su situación personal es de aislamiento, con costumbres y culturas distintas'. explicó.
'Aterrorizada'
Según el psicólogo, el día de los hechos Melva se comportó 'aterrorizada ante la posibilidad de ser devuelta a su país y no poder afrontar las deudas contraídas. Por eso ocultó el embarazo y el parto, e intentó engañar a la policía para que no hallara el cuerpo del bebé'. Después, la mujer se guió 'por la cultura sanitaria ecuatoriana, próxima a la sierra andina, donde si no hay plata no te asisten y donde los aldeanos ven en la iglesia una gran ayuda. Por eso no fue a un hospital y sí buscó una iglesia donde la ayudaran', matizo.
También ayer quedó claro un aspecto sumamente importante con relación al juicio anterior. El veredicto de culpabilidad emitido el 5 de noviembre de 2001, que supuso para Melva la condena a 20 años y que fue anulado por el Tribunal Superior, se apoyaba en que los peritos declararon que el bebé de Melva murió desangrado tras la ruptura, por parte de la mujer, del cordón umbilical. Sin embargo, ayer, los médicos -Rafael Díaz Delgado y Peñas y Rafael Llanes de Torres-, junto con los forenses, García Nart y Mariscal de Gante, afirmaron que por la rotura del cordón umbilical 'la hemorragia es mínima' y en ningún caso 'causa de muerte para el recién nacido'. El fiscal tuvo que modificar su estrategia y buscar la causa de la muerte del bebé en la asfixia producida al introducirle en las bolsas. Finalmente, el fiscal, Rafael Escobar, redujo de 20 a 17 años de cárcel la pena solicitada para Melva, si bien mantuvo la acusación de asesinato.
La letrada de la defensa, Maria Luz Bleda, pidió la libre absolución de Melva por estimar que el bebé murió por 'sufrimiento perinatal'. Bleda estableció la alternativa de imprudencia grave, con resultado de muerte, con la eximente de trastorno mental transitorio y pidió una pena de seis meses.
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