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Reportaje:

El motín de los abuelos

Los pesos pesados del Rayo se rebelan contra la apuesta juvenil de Vázquez

José María Quevedo, de 33 años, tuvo que dar ayer explicaciones por sus palabras envenenadas de la víspera. 'Si yo llego a ser el entrenador, seis jugadores no habrían disputado el partido del Calderón', había dicho el Mami. Nada más llegar a Vallecas acudió al vestuario de Vázquez. Al técnico no le convencieron las explicaciones recibidas, pero al menos se mostró seguro de que lo dicho por su jugador no tenía 'mala intención'.

Posteriormente, Quevedo, junto al técnico, entró en el vestuario. Allí, rodeado de los otros tres capitanes, Míchel, Pablo Sanz y Bolo, pidió disculpas a quien se hubiera podido sentir ofendido. Nadie dijo nada. Nadie le echó en cara sus palabras. Quevedo aseguró que se había limitado a decir que él, como cualquier otro, tenía su equipo ideal, que podía no coincidir con el del entrenador. Luego repitió que los medios de comunicación habían sacado la frase de contexto.

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Pero lo cierto es que las palabras de un jugador al que el propio Vázquez califica de 'líder' de esta plantilla no ha hecho sino agrandar la fractura que existe en el vestuario rayista entre veteranos y noveles, extremo del que se han dado varias pruebas en lo que va de temporada. La llegada de Vázquez al banquillo provocó una pequeña revolución en el Rayo, que coincidió con la salida, decidida desde el club, de Cota, Alcázar y Lopetegui, otrora intocables. Una medida, por el cómo, criticada desde el sector dominante de la plantilla, Quevedo incluido.

El nuevo técnico echó mano de la cantera y de jugadores muy jóvenes procedentes de otros equipos para confeccionar la plantilla. A principios de temporada, Marqués, un chaval de 17 años, propinó una bofetada en un entrenamiento a Dorado. Un episodio que indignó a los pesos pesados de la plantilla.

La apuesta de Vázquez por la juventud comenzó a cobrarse víctimas. La mecha prendió con motivo del encuentro ante el Atlético. Poco antes Míchel había declarado que el ninguneo a Pablo Sanz y De Quintana no era justo. El caso es que Vázquez no convocó a De Quintana y a Míchel. Se llevó a 19 jugadores y, al tener que prescindir de uno, eligió a Pablo Sanz, que llevaba cuatro semanas sin ser convocado. 'La verdad es que hubiera estado mejor con mi mujer que en el hotel', dijo éste, mientras sus compañeros más cercanos consideraban 'humillante' lo ocurrido. Durante el partido se produjo un serio enfrentamiento entre Camuñas, de 22 años, y Bolo. Cuatro días después, habló Quevedo.

Sanción

'Muchos podemos estar de acuerdo con Quevedo, pero es un error decirlo', señalaba ayer uno de los veteranos del grupo. Por su parte, Vázquez reconoció que las declaraciones le parecían graves 'porque ha sobrepasado la frontera', pero negó que en el grupo se viva un mal ambiente. Vázquez consideró 'superficial y periodística' la polémica y no desveló si habrá sanción. Álvaro Ruiz Mateos, director general, avanzó que hechos como ése sí la merecen. Dice Vázquez que lo ocurrido no le hará variar sus planes, pero ya ayer, Mario, de 21 años, uno de los jóvenes titulares en el Calderón, que se dio por aludido por las palabras de Quevedo, dijo que si saliera del equipo se consideraría una 'víctima'.

En el Rayo llueve sobre mojado. La pasada temporada, Luis Cembranos contó a un periodista un rosario de acusaciones contra Goicoetxea, el entrenador. Le acusó de impartir órdenes tácticas sin sentido, de no saber motivar a la plantilla y de ofrecer una mala preparación física. Poco después, Lopetegui, tras ser acusado por Goiko de 'instigador', tuvo un enfrentamiento violentísimo con el técnico vasco en un hotel de concetración, mientras Hernández aseguraba que el entrenador no tenía 'cojones'. Los pésimos resultados del equipo hicieron el resto y Goicoetxea fue destituido, una decisión aplaudida sin disimulo por la gran mayoría de la plantilla. 'De los 25 jugadores de la plantilla, 22 no le soportábamos', reconoció entonces uno de los veteranos.

Bolo y Quevedo, en el partido ante el Atlético.
Bolo y Quevedo, en el partido ante el Atlético.RICARDO GUTIÉRREZ

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