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FESTIVAL DE SEVILLA, CINE Y DEPORTE

El certamen homenajea el fútbol con la presencia de Charlton, Rivelino, Kempes, Stielike, Suárez y Del Sol

Siete mitos de un fútbol que ya no existe se reunieron ayer en Sevilla, convocados por el Festival de Sevilla, Cine y Deporte, que rindió así homenaje al deporte que para la edición de este año se ha elegido como eje. Sir Bobby Charlton, Uli Stielike, Rivelino, Mario Alberto Kempes, Mario Corso, Luis del Sol y Luis Suárez. Entre los siete suman tres campeonatos del mundo, tres de Europa, e innumerables títulos continentales con sus clubes. Ídolos desde mediados de los cincuenta y hasta principios de los ochenta de grandes equipos como Real Madrid, Barcelona, Valencia, Inter de Milán, Juventus, River Plate, Fluminense o Manchester United.

Antes de la gala que el festival les dedicó ayer, los homenajeados tuvieron tiempo para reflexionar sobre aquel fútbol que conocieron y sobre el que ahora ven desde los palcos o por televisión. En mayor o menor medida, todos coincidieron en señalar que el paso del tiempo ha aportado grandes mejoras a la práctica de su deporte, técnológicas, financieras, de preparación física, médica o psicológica, aunque a algunos de ellos se les dejó entrever cierta añoranza por aquel pasado más romántico. 'Los futbolistas, aunque ya eramos profesionales, teníamos un espíritu más amateur y teníamos más dedicación por nuestros equipos. Ahora está todo más mecanizado', apuntó Suárez.

Pese a las mejoras experimentadas por el fútbol en estos últimos años, los cinco futbolistas que compartieron la tarde con la prensa (Stielike estaba atrapado en Barajas y el italiano Corso se sintió indispuesto) señalaron a coro que hay un factor que sigue, lamentablemente, anclado en el tiempo: las decisiones arbitrales. 'Tiene que mejorar el arbitraje', señaló Charlton en su impecable inglés. 'No puede ser que una decisión errónea perjudique tanto a un país entero, por ejemplo, en una Copa del Mundo, y aquí en España saben de qué hablo', explicó Rivelino. 'Deberían ser profesionales, como los jugadores, y pensar todo el día en fútbol', dijo el Matador Kempes.

Parecían una familia bien avenida. En todo andaban de acuerdo. Incluso acordaron señalar que en la actualidad hay muy buenos jugadores, pero ninguno que marque una época, como en su día hicieron Pelé, Di Stefano o Maradona (ninguno cayó en recordar a Cruyff). 'El escalón entre ellos y los demás de su tiempo era muy elevado. Ahora no pasa eso', aseguró Del Sol, corroborado por Suárez, que coincidió con Di Stefano y Pelé ('los demás sólo chupábamos rueda', dijo). Los suramericanos, Rivelino y Kempes, añorantes como sus compañeros del pasado, eran menos halagüeños que ellos con el futuro del fútbol en sus países. 'Vive la misma crisis que el Estado', reconoció el argentino.

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