La llave de Madrid vuelve a la Cibeles

La fuente más famosa de Madrid vuelve a presidir la plaza que lleva su nombre con dignidad. La Cibeles, diosa de la fertilidad y de la tierra, recuperó ayer la mano que un grupo de jóvenes le arrebató hace un mes y medio, y con ella, la llave de la ciudad que entonces perdió.

Ni la mano ni su llave fueron halladas desde su desaparición, por lo que, dos semanas después del robo, el Ayuntamiento encargó al escultor y catedrático de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense, José Luis Parés, la elaboración de una réplica de la orginal. El mismo Parés fue el encargado a primera hora de la mañana de ayer de colocar a la diosa su nueva mano izquierda.

La pieza fue anclada por Parés al antebrazo de la Cibeles a través de una varilla de metal para, posteriormente, asegurar la sujeción de la pieza con un pegamento especial empleado en la escultura y que tardó cuatro horas en fraguar. 'La realización de la mano ha sido un trabajo complejo porque el mármol empleado era muy cristalino, con mucho cuarzo y difícil de esculpir por su fragilidad', señaló el escultor.

Los madrileños no percibirán la diferencia entre la mano actual y la anterior, restaurada por última vez en 1994, después de que un grupo de hinchas del Real Madrid la arrancaran y mutilaran. Y sin embargo, la hay y se nota. El mármol empleado no es exactamente igual al original, pero Parés confía en que el cargado ambiente de la capital diluya esa diferencia en pocos días. Por otra parte, el escultor ha hecho especial hincapié en señalar sobre la nueva mano que no se trata de la pieza original, sino de una pieza añadida con posterioridad. 'La mano lleva una marca que reza R 2002 para que las futuras generaciones sepan que es una réplica', recordó Parés. Por el mismo motivo, la junta que une la mano y el antebrazo no ha sido disimulada. 'Pero desde la distancia a la que los ciudadanos ven la estatua no se notará', añadió el escultor.

La pieza, de 30 centímetros de largo y seis kilos de peso, ha sido tallada en mármol del pueblo toledano de Montesclaros, el mismo material empleado en 1781 por Ventura Rodríguez para la realización de la mano original y del resto de la estatua. Su utilización ha sido posible gracias a la cesión gratuita por parte del Ayuntamiento de la localidad de tres bloques de este material al Consistorio madrileño. El mármol sobrante ha sido almacenado para emplearlo para futuras restauraciones, si fuera necesario.

Parés se mostró en todo momento muy honrado por haber sido elegido para realizar la réplica de la mano, aunque no pudo calificar esta obra como la más importante de su carrera. El escultor madrileño es el autor de numerosas piezas situadas en la capital, entre ellas varias estatuas de la catedral de la Almudena, el monumento a Alonso Martínez y otras esculturas de la casa de la Panadería, en la plaza Mayor.

El alcalde, José María Álvarez del Manzano, que presidió el acto de ayer, hizo un llamamiento al 'civismo' de los madrileños para que denuncien las futuras agresiones a la estatua, pero descartó la presencia de más policía para vigilar su integridad o la instalación de cámaras de videovigilancia. Los andamios que cubren a la diosa mientras duran los trabajos serán retirados antes del próximo sábado, día de la Almudena, patrona de Madrid.