Desplante de la Embajada española a la apertura de una oficina de la Generalitat en Varsovia

El Gobierno catalán ha tirado por la calle de en medio y ayer, sin contar con la aquiescencia del Ejecutivo central, abrió en Varsovia la primera oficina en el extranjero de intermediación laboral para inmigrantes. El conseller en cap, Artur Mas, y el nuevo consejero de Trabajo e Industria, Antoni Fernández Teixidó, fueron las únicas autoridades presentes en el acto. El Ejecutivo del PP quiso evidenciar su desaprobación e impidió la presencia de representantes de la embajada en la inauguración. Dos funcionarios del departamento regional de trabajo de Varsovia acudieron por parte polaca.

El Ejecutivo de CiU ya había advertido al PP de que si no obtenía luz verde para la apertura de estas oficinas para emigrantes recurriría una vez más a la política de hechos consumados. Así ha sido. De nada han servido las intensas negociaciones de las últimas semanas y el compromiso por parte de la Generalitat de que estas oficinas serán meramente informativas y no invadirán competencias estatales.

La embajada dispensó a Artur Mas un exquisito trato protocolario. El embajador español, Juan Pablo de Laiglesia, recibió y despidió al conseller en cap en el aeropuerto y le agasajó con un almuerzo. Pero al acto de inauguración de la oficina no asistió ningún representante de la embajada. Un desplante en toda regla e inusual en la historia de los viajes al extranjero de miembros del Gobierno catalán.

'La apertura de la oficina ha sido una iniciativa unilateral de la Generalitat que no encaja en los acuerdos entre el Gobierno central y las autonomías'. Éste fue el argumento oficial del Ministerio de Asuntos Exteriores para justificar la ausencia. Y si la historia empezó con un conflicto diplomático y competencial, el final no fue muy halagüeño. 'Las relaciones entre la embajada y la oficina de la Generalitat se tendrán que estudiar', advertían ayer a este periódico las mismas fuentes diplomáticas.

Mas se esforzó de palabra en no tensar la situación, pero los hechos demostraron su enfado con el PP. Los servicios de protocolo de Presidencia ordenaron retirar la bandera española de la oficina en Varsovia, colocada junto a la catalana, la polaca y la europea. Posteriormente, en la rueda de prensa, el conseller en cap comentó que el Gobierno catalán no 'tiene ningún ánimo de confrontación' con el central, pero precisó que el PP no puede 'alegar ignorancia'. En enero de este año, Artur Mas ya adelantó la intención de CiU de abrir oficinas de trabajo en el extranjero para inmigrantes.

Si la presencia oficial española brilló por su ausencia, la polaca tampoco destacó por su rango. Al acto asistieron dos funcionarios de la oficina regional de empleo de Varsovia a los que el conseller en cap confundió con miembros del Gobierno polaco en su comparencia ante los medios de comunicación. El Gobierno polaco sí sabía de las intenciones de la Generalitat de abrir esta oficina: se enteró hace semanas por la prensa española durante la visita a Madrid del ministro de Asuntos Exteriores polaco.

En declaraciones a la prensa, Grunt Meyer, uno de estos funcionarios de empleo, agradeció la iniciativa del Gobierno catalán, pero precisó que la colaboración será a nivel provincial y no estatal, es decir, limitada a la región de Varsovia.

La oficina de Trabajo en Polonia, que ofrecerá servicios de información y asesoramiento, está situada en un centro de negocios ubicado en uno de los hoteles más lujosos de Varsovia. A ella podrán acudir todos los ciudadanos polacos que pretendan instalarse en Cataluña para trabajar. Allí se les informará no sólo de los requisitos legales para su entrada en España, sino también de la realidad social y cultural diferenciada de Cataluña.