Descubierta una estrella casi de primera generación, hecha sólo de hidrógeno y helio

Tras más de una década de observación sistemática en el cielo y gracias a la gran capacidad de los mejores telescopios del mundo (los europeos VLT instalados en Chile), los astrofísicos han encontrado una estrella casi de primera generación, compuesta prácticamente sólo de hidrógeno y helio. Tan difícil ha sido la búsqueda que muchos habían llegado a pensar que sería imposible encontrar algo así.

La estrella identificada, HE 0107-5240, está a una distancia de 36.000 años luz en la dirección de la constelación Fénix -en el cielo del hemisferio Sur- y una masa del 80% de la solar. Su abundancia en materiales pesados es 200.000 veces más baja que la del Sol y 20 veces inferior a la del anterior astro de materiales ligeros conocido. Los científicos dicen que este hallazgo abre una nueva ventana de observación hacia los tiempos en que la Vía Láctea era muy joven, incluso tal vez en formación, y que seguramente brinda la oportunidad de estudiar material pristino del Big Bang. El descubrimiento se anuncia en el último numero de la revista Nature.

'La Vía Láctea, la galaxia en la que vivimos, se formó a partir de una gigantesca nube de gas cuando el universo todavía era joven, poco después del Big Bang inicial. Al principio, ese gas estaría compuesto casi exclusivamente de átomos de hidrógeno y de helio producidos por el Big Bang', explican los expertos del Observatorio Europeo Austral (ESO). 'Sin embargo, una vez que se formaron las primeras estrellas por contracción del gas, muchos elementos más pesados se fabricaron a partir de los procesos nucleares en ellas. Con el paso del tiempo, muchos de los astros de aquella generación y los sucesivas expulsaron en su entorno la materia procesada, ya fuera por violentas explosiones de supernovas o por los vientos estelares. Así el gas interestelar de la Vía Láctea se ha ido enriqueciendo con elementos pesados. Las estrellas de generaciones posteriores, como nuestro Sol, contienen los elementos producidos por sus ancestros y nosotros mismos estamos hecho de ellos'.

El hallazgo de HE 0107-5240 es un buen ejemplo de la utilización eficaz de diferentes observatorios. La búsqueda parte de la compilación de una colección de fotografías tomadas con un telescopio de un metro de diámetro del ESO en La Silla (Chile). Se fueron haciendo espectros de luz de todos los objetos observados para tener una primera idea de su composición. Tras ese rastreo, liderado por los alemanes Dieter Reimers y Lutz Wisotzki, se seleccionaron con ordenadores los astros más pobres en elementos pesados, y salieron unos 8.000 candidatos.

El trabajo fino se ha hecho con uno de los cuatro telescopios gigantes VLT (8,2 metros de diámetro cada uno) de ESO en el Observatorio de Paranal. Así, un equipo de astrónomos de Alemania, Suiza, Australia, Brasil y EE UU, dirigidos por Norbert Christlieb, determinó con precisión la composición de HE 0107-5240.

En la atmósfera del Sol hay un átomo de hierro por cada 31.000 átomos de hidrógeno y en HE 0107-5240 la proporción de de uno en 6.800 millones. 'La estrella aún contiene algunos elementos pesados y lo más probable es que se formaran antes aún en astros que explotarían como supernovas', señala Christlieb. 'Pero es lo más cerca que nunca hemos llegado, estudiando estrellas, a las condiciones directamente posteriores al Big Bang'.