Reabierta la mezquita de Reus, que carece de licencia de actividad

La reapertura como mezquita del local que la comunidad islámica de Reus tiene en la calle de Cervantes ha reavivado la polémica con el Ayuntamiento, iniciada hace dos años, por la falta de licencia de actividad del centro. Desde que a principios de este año se cerró la mezquita, los responsables municipales y los musulmanes han tratado de encontrar un local alternativo. La comunidad islámica acordó el domingo pasado reabrir la mezquita para celebrar la fiesta del Ramadán.

'Llevamos esperando una solución desde hace ocho o nueve meses y no la ha habido', explica el portavoz de la comunidad musulmana, Idriss Elgzaoui. Éste añade que los fieles musulmanes de Reus (Baix Camp) se encuentran en una encrucijada: no pueden vender el local de la calle de Cervantes, ya que 'el Ayuntamiento', aseguran, 'se niega a concederles la licencia de actividad a los personas que han intentado comprarlo porque hay que tirar la nave', ni pueden adquirir otro. En los últimos días, según Elgzaoui, los seguidores del islam encontraron un local de 250 metros cuadrados en el centro de Reus, 'pero el consistorio sólo nos daba un permiso temporal, así que tampoco podíamos comprarlo', señala Elgzaoui.

Los 200 miembros de la comunidad islámica de Reus han tenido que trasladarse a rezar a locales de Valls (Alt Camp) o del barrio de Torreforta en Tarragona y, según su portavoz, ésta es una situación que no desean que se prolongue por más tiempo. Elgzaoui explicó que, de momento, la reapertura del centro de oración se limitará al mes del Ramadán, una de las fiestas centrales musulmanas, pero no descarta que se renueven las oraciones en la nave de la calle de Cervantes más allá del próximo mes.

Posturas enfrentadas

Esta decisión choca con la disposición municipal que recuerda que la Comunidad Islámica Pastoral del Tarragonès no dispone de licencia de actividad para el local, 'por lo que difícilmente se puede autorizar su apertura', señala un comunicado del Ayuntamiento. El consistorio explica que en caso de vulneración de la normativa -es decir, si se utiliza la nave-, 'los técnicos evaluarán si el incumplimiento comportará riesgos para las personas, [de ser así] se clausuraría el local'. En caso de no existir riesgo, el consistorio, que asegura que 'no está dispuesto a recibir presiones ni ultimatos', iniciará un expediente sancionador. Elgzaoui añadió que, de ser así, los musulmanes denunciarían la falta de un local convocando a los fieles islamistas a rezar en la plaza del Mercadal.