Imágenes de la universidad
Una exposición, organizada por estudiantes de la Universidad de Valencia, repasa los últimos 20 años
¿Por qué no aprovechar el contexto para plasmarlo en forma de arte? Esto es lo que han hecho seis estudiantes de tercer ciclo del departamento de Historia del Arte de la Universidad de Valencia: Oreto Trescolí, María Ángeles Parrilla, Enrique Olivares, María Elvira Mocholí, Maite Miedes de Elías y Enrique España. Inmersos en las modificaciones profundas y rápidas que para la universidad ha supuesto la aprobación de la LOU (Ley Orgánica de Universidades), tras la extinción de la LRU (Ley de Reforma Universitaria) decidieron montar una exposición que reflejara veinte años de autonomía universitaria y, lo que supondrá la entrada en vigor de la nueva ley.
El resultado de esta reflexión artística lleva por título Imatges de la Universitat de València: De la LRU a la LOU. Un exposición con una manifiesta intención de preguntarse qué significará la nueva etapa. Porque se sustenta en fotografías y recogida de opiniones de la comunidad universitaria e incluye todos los sujetos de la misma: la visión de un ex rector, un vicerrector, catedráticos, profesores, estudiantes, investigadores, personal de servicios e incluso un camarero de la Facultad de Geografía e Historia.
A través de opiniones y fotografías, refleja el malestar por la implantación de la LOU
Pero además de preguntar a la gente, la muestra rescata imágenes de la evolución de la universidad de una manera espectacular. Con una Avenida de Blasco Ibáñez irreconocible en blanco y negro y, de solares sobre los que se erigirían los edificios de las facultades a principios de los 70. Con las imágenes de la historia, fotografiadas del Archivo de la Universidad, conviven los planos de próximos proyectos: ampliaciones de edificios e incremento de las infraestructuras.
La exposición recupera de nuevo el factor humano cuando explica los servicios existentes para implicar a los estudiantes. Con imágenes del Servei d'Informació a l'Estudiant (DISE), el Centre d'Assessorament i Dinamització dels Estudiants (CADE) y el Servei de Normalització Lingüística, estos dos últimos han financiado buena parte del proyecto, que no se limita a la exposición.
Paralelamente se ha editado un catálogo con artículos firmados por las protagonistas de las fotografías, estudiantes de tercer ciclo, y profesores como Amat Sánchez, del departamento de Teoría Aplicada. Un documento para que los 20 años de cambios no pasen desapercibidos.
'La idea surgió del curso de Museología impartido por Carmen Gracia', explica Oreto Trescolí, una de las coordinadoras del proyecto. 'La evaluación de la asignatura consistía en elaborar una exposición imaginaria, y una vez la desarrollamos, decidimos pedir subvenciones para llevarla a cabo', añade. La exposición, que abandonará mañana el vestíbulo del primer piso de la Facultad de Geografia e Historia, donde ha estado instalada, se emplazará en los otros dos campus de la universidad de Valencia, Tarongers y Burjassot, siempre que se garantice su seguridad. Porque en los últimos días han desaparecido algunas imágenes y, han dañado otras. 'También es un hecho a constatar', reprueba Trescolí, en referencia a una actitud convertida inesperadamente en una imagen de la universidad actual.
Otras experiencias sí recogidas componen el mosaico de opiniones sobre el que se basa la exposición. Marc Baldó, profesor de Historia Moderna y decano de la Facultad de Geografía durante cinco años opina que 'La LRU fue una buena ley en muchos aspectos, sobre todo fomentó la investigación, aunque ha tenido un punto débil muy débil: la docencia'. Tilda la LOU de 'innecesaria' porque los problemas no son de 'grandes leyes, sino de mejorar la inversión y las prácticas'. Opina de la misma manera Jorge Sebastián, un joven profesor del departamento de Historia del Arte, que desde su experiencia aprecia que los investigadores en Humanidades en las universidades españolas trabajan principalmente como docentes. 'La investigación se ve siempre como una cosa personal'.
Carmen Aranegui, del departamento de Arqueología aboga porque las humanidades recuperen el sentido vigilante para profundizar en la democracia. Y el que fuera rector de la universidad durante una década, Ramón Lapiedra aprecia en la nueva ley 'un reglamentarismo que la incapacita como a marco flexible de funcionamiento'. También hay opiniones de estudiantes de la Nau Gran, de voluntarios de Cinc Segles y de estudiantes musulmanes que constatan la distancia entre los dos sistemas educativos y la relación entre el profesor y el alumno.
La exposición también profundiza en los índices de desempleo de los titulados universitarios y en la individualidad que generan los planes de estudio. En este último aspecto se materializa en un vídeo, que acompaña el catálogo, donde la cámara toma el punto de vista de un día de clase de un universitario. El estudiante va sólo a clase y toma apuntes, con cierta desidia subrayando sin intervenir.
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