Alá nos proteja de los quijotes modernos
Don Quijote, hoy, no podría ser más que un terrorista, como Bin Laden, o el líder de una superpotencia que recuerda mucho a George Bush. Es la tesis que el presidente iraní, hoyatoleslam Mohamed Jatamí, defendió ayer en la conferencia titulada La imaginación de Cervantes y la realidad de nuestro tiempo que pronunció en el rectorado de la Universidad Complutense de Madrid. La conclusión puede ser resumida en una frase que Jatamí no pronunció: 'Alá nos proteja de los nuevos quijotes'.
Profesor de teología y filosofía, intelectual prestado a la política con vocación de volver pronto a los libros, según dijo ayer, Jatamí glosó la figura del ingenioso hidalgo, entre referencias a Heidegger, Marcel Proust, Dostoievsky o Thomas Mann, para recordar que su confusión entre lo real e imaginario precipitó su desgracia y que esto sigue siendo aplicable a los tiempos modernos.
Pero el mundo ha evolucionado desde la ingenuidad renacentista cervantina a una realidad 'kafkiana' en la que 'el poder es irresponsable, carente de objetivos e incluso de deseos y ambiciones' y a una cotidianeidad orwelliana con todos los elementos de 'terror, tortura y miseria' de la 'presagiadora obra' que fue 1984.
De ahí que, mientras 'vemos [en Don Quijote] una persona honorable, filantrópica y afable' la visión de 'los quijotes políticos de hoy día (...) o bien desemboca en brutales atentados terroristas o acaba en una cruenta guerra que no merece tal denominación', porque las guerras modernas 'no son más que una destrucción y genocidio unilateral'.
Discursos paralelos
¿Disertaba Jatami en el aire? Es difícil de creer, ya que, por la mañana, en la rueda de prensa, había señalado que los discursos de Bin Laden y Bush son especulares. En la Complutense advirtió de que 'todos los intereses de nuestros quijotes modernos' giran en torno a 'nuestros intereses nacionales', a la dialéctica del 'nosotros y el ellos' que no tiene más desenlace que la destrucción del otro.
'Normalmente', señaló, 'el Gran Hermano de Orwell ha sido identificado con los gobiernos fascistas y comunistas, pero ¿no se podrían violar bajo otros pretextos las fronteras reconocidas internacionalmente y crearse continuamente enemigos imaginarios que es menester combatir dándole a dicho combate un carácter lícito?'.
Jatamí siguió con su metáfora: 'En una de las bellas parábolas de Don Quijote podemos leer que, cuando el polvo se posa, se ve que el ejército enemigo no es más que un rebaño de inofensivas ovejas. ¿Podemos guardar la esperanza de que se pose el polvo ante los ojos de las grandes potencias?'
El líder iraní añadió una advertencia clara para el supuesto de que esos buenos augurios no se cumplan. 'Don Quijote, en lugar de molinos de viento, veía malvados gigantes. Todos aquellos que ven en el curso de la historia una serie de secuencias decadentes, y ven un mundo dominado por el demonio y que gira alrededor de un eje del mal, siguen la misma senda de Don Quijote a la hora de crearse enemigos'.
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