Tricicle presenta en Barcelona su nuevo montaje, una ficción sobre la historia de la silla

La silla es un elemento tan incorporado a la vida cotidiana que parece difícil encontrarle un gran potencial cómico. Pero éste es justamente el reto que Paco Mir, Carles Sans y Joan Gràcia, los tres componentes de Tricicle, se marcaron con su nuevo espectáculo. Se titula Sit o los increíbles hombres silla y es una ficción sobre la historia de tan sencillo objeto. El espectáculo se presentó en mayo en Alicante y llega el 7 de noviembre al teatro Victòria de Barcelona. Es el primer estreno de la compañía en cinco años, desde Entretrés (1997) y la antología Tricicle 20.

'Cuando hicimos Tricicle 20 la gente decía entre dientes que era la despedida de la compañía. Un poco como hacen los grandes grupos de rock, que antes de separarse organizan una gran gira para ganar dinero', apunta Joan Gràcia. 'Y no sólo no nos hemos separado, sino que hemos hecho un espectáculo nuevo que está funcionando muy bien', añade con orgullo. Oviedo, Pamplona, Vitoria y Bilbao son algunos de los lugares en los que han podido testar el montaje, que en palabras de Gràcia llega 'medio rodado a Barcelona'.

Sit, según este actor, tiene la marca del personalísimo humor de Tricicle. Frecuentes onomatopeyas, voces en off para poner al público en situación y alguna que otra palabra suelta son las únicas concesiones al lenguaje verbal de la compañía. En el montaje se caricaturizan escenas extraídas de la cotidianidad, del día a día de cualquier espectador; pero, a diferencia de otras producciones anteriores, 'aquí hay muchas situaciones abstractas, es un humor más absurdo', opina el intérprete. Como otras diferencias, apunta también que 'la mayoría de los espectáculos anteriores estaban basados en lugares (los aeropuertos en Exit, la casa del terror en Terrrífic) y aquí en cambio el protagonista es un objeto'. No es una frase hecha, porque los actores coinciden en que la silla cobra a veces tanta entidad que se la puede considerar un personaje más.

En Sit, los miembros de Tricicle querían evitar 'una simple sucesión de gags' y se inventaron a una familia, los Chairwood, cuya huella en el mundo se sigue desde la prehistoria hasta la actualidad. Los homínidos creadores de la estirpe fueron los primeros a quienes se les ocurrió sentarse; comprobaron que el gesto de reposar el trasero sobre una base resultaba mucho más cómodo que las cuclillas. La evolución de la familia a lo largo de los siglos transcurre en paralelo al desarrollo de la silla.

Junto a su transformación histórica se muestran muchos de sus usos: en el teatro y en el circo (hay un homenaje al mundo del clown), la consulta del dentista o la sala de juicios. Durante la función se utilizan más de 60 modelos de sillas, algunas diseñadas para el espectáculo, en el que se ha cuidado especialmente el sonido y la iluminación. Es quizá el más estético de cuantos ha creado Tricicle hasta la fecha, 'y ésta es también una diferencia respecto a los montajes anteriores', indica Gràcia.