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Reportaje:

La crisis golpea al caramelo de palo

Chupa Chups ajusta empleo y se refinancia para adaptarse a la caída de las ventas

La multinacional española del caramelo, Chupa Cups, ve como sus ventas en el mundo pierden ritmo, siguiendo la pauta de la desaceleración global del consumo. Para adaptar su estructura a la situación de los mercados, el grupo aplica varios remedios: mete la tijera a su carga salarial, reestructura su deuda financiera y frena el crecimiento a cambio de reforzar su marca.

La facturación del grupo de la familia Bernat desciende un 10% empujada por la crisis económica internacional
La empresa no renueva un centenar de contratos eventuales y reduce un 2% su plantilla de empleados fijos

La reducción del 10% de las ventas del grupo -totaliza los 414 millones de euros- ha provocado en la compañía varios efectos reactivos. Primero, un ajuste de un 2% en su plantilla fija, unida a la no renovación de un centener de contratos temporales; y, en segundo lugar, una refinanciación de la deuda con la que la compañía trata de reducir de forma importante sus costes financieros.

Ambos efectos se suman a un un giro estratégico, que la empresa propiedad de la familia Bernat ha puesto en marcha desde el final del verano para frenar el crecimiento de los puntos de venta [Chupa Chups, la segunda marca mundial de caramelos después de la norteamericana Hall, tiene presencia en 152 países] y concentrar sus esfuerzos en la marca. Según la compañía, los efectos de este giro 'no se notarán hasta el primer semestre de 2003'.

Chupa Chups ocupa el décimo lugar mundial de las empresas del sector de la confitería, después de Krafft Foods, Mershey, Perfetti-Van Melle, Adams, Haribo, Netslé, CadburyMars y CSM. En sus primeros años de vida -su fundador Enric Bernat le puso el primer palito al caramelo hace 44 años- el mercado español absorbía la mayor parte de las ventas. Desde los años setenta, Chupa Chups, presidida hoy por Xavier Bernat, ha pasado del crecimiento exponencial de las exportaciones a la internacionalización a base de instalar plantas en el extranjero.

La multinacional tiene un total de ocho fábricas en países como Rusia, China, Estados Unidos, Brasil, México y Francia y ha ido creciendo a base de montar industrias locales potentes, para acceder a mercados extranjeros no como un producto importadoque hace frente a todas las cargas y aranceles, sino como un producto fabricado en el país de destino.

El 75% de las ventas de Chupa Chups en el mundo corresponden a productos exportados desde España a los mercados de la Unión Europea, Asia y el área del Nafta (Norteamérica y México). El restante 25% es la parte de la facturación de la empresa que corresponde a los mercados en los que Chupa Chups cuenta con instalaciones industriales.

En los mercados de los países en los que Chupa Chups tiene plantas de produción tambien se deja sentir la crisis. Con excepción de Rusia -que sigue siendo el mercado de mayor éxito de ventas para el fabricante de caramelos- otros dos puntales, como China y México, experimentan descensos, que la compañía no ha calibrado aún. El mercado asiático en su conjunto se mantiene gracias a la capacidad de compra de países del área, como Corea y Japón, que equilibran las menores ventas registradas en China a lo largo del año. México, la cabeza de puente del Nafta donde la compañía tiene plantas, no se ha librado del bajón. Estados Unidos, tampoco. En este último mercado, Chupa Chups ha sufrido el impacto de su ruptura con Mars, el parthenaire comercial norteamericano, cuyos conductos han resultado enormemente ventajosos para las ventas de la compañía española en los Estados Unidos.

Con todo, el impacto más negativo de la caída de las ventas se ha producido en los productos exportados que se fabrican en España, en las factorías de Villamayor (Asturias) y Sant Esteve de Sesrovires (Barcelona). De ahí que entre enero y septiembre de este año, Chupa Chups haya reducido su capacidad de producción en estas fábricas que en los primeros nueve meses del año han trabajado al 75% de su capacidad, señala la empresa. Sin embargo, esta redución ha sido todavía mayor en los dos últimos meses, septembre-octubre, 'con una caídada de la capacidad del 50%', según medios sindicales de la empresa.

Respecto al conjunto de la plantilla - 1.639 trabajadores fijos en todo el mundo- Chupa Chups ha abordado, de momento, una reducción de 37 mandos intermedios, es decir el 2% de todo el personal. La medida lleva la impronta del nuevo director general del grupo, Juan José Pérez Cuesta -exdirectivo de Danone Francia- responsable de la política de la tijera contra el gasto y refundador del marketing de la compañía. El grupo de confitería está tratando ahora de empequeñecer en parte la estructura comercial y logística de la marca Chupa Chups, cuyas menores demandas indican saturación y menor consumo. Sin embargo, mantendrá su estrategia de expansión en la marca Smint.

Discrepancias sindicales

La caída de las ventas de Chupa-Chups ha pillado a los representantes de los trabajadores de la planta de Sant Esteve Sesrovires, en Barcelona, en plena preparación de las elecciones sindicales. La situación ha abierto una brecha entre UGT y CC OO, que interpretan de modo diferente las repercusiones que puede acarrear el ajuste económico de la compañía.

Fuentes de UGT, el sindicato mayoritario en la planta catalana, sostienen que las líneas de producción de esta fábrica funcionan al 50% desde hace algo más de un mes. Y añaden que la caída de los pedidos ha golpeado con fuerza las plantas que el grupo tiene en China y México. CCOO, en cambio, resta importancia a lo que califica como 'problemas coyunturales' y tacha de 'alarmistas' a sus colegas ugetistas.

La dirección de Chupa- Chups tiene previsto entregar el próximo miércoles la documentación económica de la compañía que los sindicatos le han requerido y que ya ha aplazado en dos ocasiones.

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