Vacas flacas

La llegada de las vacas flacas en Europa ha revelado una manifiesta ausencia de margen de maniobra de las políticas fiscales para afrontar una crisis económica y, simultáneamente, mantener el déficit público por debajo del límite del 3% del producto interior bruto (PIB). De esta forma se pone de nuevo en entredicho la sostenibilidad del Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC). Aunque esta situación no es generalizada en todas las economías del área euro, las serias dificultades que están atravesando las tres grandes, con Alemania como cabeza visible, ha desatado un profundo debate sobre la necesidad de reformar los términos actuales del PEC. La insistencia desde las instancias europeas en que los Estados deberían establecer límites a los estabilizadores automáticos para amortiguar el impacto del ciclo sobre los presupuestos ha derivado en una acusación al sistema de obstaculizar el crecimiento en épocas de crisis. Así, el Gobierno alemán se ha amparado con frecuencia en el límite al déficit público establecido por el PEC para paliar las críticas por la ausencia de medidas de estímulo fiscal.

No existen instancias europeas para fijar límites a los estabilizadores automáticos y amortiguar el impacto del ciclo en los presupuestos

Sin embargo, si algo ha quedado claro es la elevada sensibilidad del proceso de consolidación presupuestaria germano a factores cíclicos, hecho que cuestiona las bases sobre las que se ha llevado a cabo la reducción del déficit público en los últimos años. Frente a los notorios avances en años anteriores, la puesta en marcha de la Unión Monetaria dejó paso a un período en el que los países relajaron notablemente sus esfuerzos para reducir el componente estructural del déficit. En Alemania, este componente se amplió un 0,3% del PIB en 2000 y un 0,9% durante 2001, según estimaciones de la Comisión Europea. La elevada rigidez y falta de transparencia de un sistema fiscal federal caracterizado por un complejo sistema impositivo en el que la Administración local, estatal y federal comparten diversas figuras recaudatorias ha sido en gran medida el responsable del deterioro de las finanzas públicas germanas. Ello otorga fundamento a las reiteradas críticas del Banco Central Europeo a los gobiernos cuando afirma, sin ir más lejos esta semana, que el deterioro de las finanzas públicas no responde exclusivamente a la desaceleración económica. En el actual ejercicio 2002, Alemania será el segundo país del Área Euro en incumplir el criterio de disciplina presupuestaria de situar el déficit público por debajo del 3% del PIB. El debate está servido.

Raquel Vázquez y Yolanda Fernández son miembros del Grupo Analistas.