El Artium congrega 150 imágenes de lo cotidiano en la obra de Thomas Ruff

Este otoño, el Artium mira a Alemania. En su interés por revisar el estado de la creación contemporánea en Europa, el museo alavés inauguró ayer sendas exposiciones que muestran distintas expresiones artísticas de ese país. Por un lado, la primera retrospectiva del fotógrafo Thomas Ruff, organizada con otros siete museos europeos; y por otro, Tan cerca, tan lejos, una interesante comparativa entre las pinturas alemana y española en el difícil periodo que va de 1945 a 1960.

Thomas Ruff es uno de los fotógrafos contemporáneos más interesantes, camaleón que se mueve en distintos registros, pero siempre con la voluntad determinada de reflexionar sobre los procesos de percepción, antes que reflejar la realidad misma o conseguir la belleza fotográfica. Ésta es su voluntad, pero el resultado, como se puede apreciar en las 150 piezas que recoge la exposición que ha preparado el Artium, es mucho más complejo.

Nacido en 1958 en la Selva Negra alemana, Ruff se formó bajo la influencia de La Nueva objetividad, corriente fotográfica que transformó esta expresión artística en Alemania tras la Segunda Guerra Mundial. Esa referencia no le ha abandonado a lo largo de su carrera. Como él mismo ha expresado en alguna ocasión: 'Cuando las cosas son como son, ¿por qué debería intentar presentarlas de otro modo?'

Qué mejor expresión de esto último que su primera serie, Interiores, realizada en 1979, que muestra en pequeño formato fragmentos de baños, dormitorios o salones de casas privadas. La muestra del Artium también incluye la serie Retratos, iniciada en 1981, donde parece que el protagonismo se traslada a los habitantes de las habitaciones anteriores: gente corriente que, de repente, recibe el tratamiento gráfico de las grandes estrellas.

Esta atención por lo cotidiano también se aprecia en el grupo de imágenes Casas. Una vez más, se enfrenta a la reivindicación de lo cotidiano, construcciones anodinas cercanas a su estudio que le llaman la atención por su banalidad. La evolución técnica no le es ajena y, junto a nuevos intereses conceptuales, Ruff asume las transformaciones en Otros retratos o Carteles, dos nuevas series que ofrecen sendas investigaciones con las tecnologías emergentes.

Años difíciles

La exposición de Thomas Ruff se presenta en el ala derecha de la sala norte del museo. La otra mitad de este espacio está ocupada por las pinturas de Tan cerca, tan lejos, una curiosa comparativa del arte español y alemán entre los años 1945 y 1960. Fueron años difíciles para los dos países. En España, a la posguerra había que añadir el vivir bajo una dictadura y en autarquía. Alemania había tenido proscritas las vanguardias durante el Tercer Reich y en España, en 1950, todavía se consideraban 'extravagancias'.

Sin embargo, ante este clima y una incomunicación casi total, Tan cerca, tan lejos ofrece paralelismos sorprendentes e intereses comunes entre artistas que teóricamente trabajan aislados entre sí. La exposición, coproducida por el Artium junto al Museo Wilhem Lehmbruck de Dusiburgo incluye un total de 64 obras procedentes de los fondos de ambas pinacotecas.

El montaje de la exposición colabora para que el diálogo sea fructífero. Así, se puede percibir sin problemas la cercanía de planteamientos de Max Ernst y Salvador Dalí, Willi Baumeister y Antonio Saura, Eugenio Granell y Fritz Grabhoff o Gustavo Torner o José Manuel Viola.

A grandes rasgos, la exposición confirma que las inquietudes de aquellos que apostaban por el informalismo o por una figuración renovada, por poner dos ejemplos, no conocían fronteras ni censuras, aunque quizás sí (y en España, sobre todo) crearon en medio de la incomprensión general.