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Reportaje:

Enterrar el 'caso Duishebaiev'

Antiviolencia y la Federación ni siquiera tratan el balonazo intencionado del jugador español

A Roy Keane, el fogoso centrocampista irlandés del Manchester, le impusieron una sanción de cinco partidos a las pocas horas de confesar que había lesionado a un rival adrede. El 'caso Talant Duishebaiev', el balonazo que el mejor jugador del mundo lanzó a propósito (según confesión propia) contra un rival causándole diversas lesiones, ya está olvidado. Ni la Comisión Antiviolencia, que ayer se reunió, ni la Federación Española de Balonmano, que lleva toda la semana minimizando el asunto, consideran que la actuación del central internacional merezca otra cosa que una espesa capa de silencio mientras cruzan los dedos esperando a que pase la tormenta. Y ya han transcurrido ocho días desde que en un amistoso entre España y el Alcobendas, Israel Sánchez, que ya se encuentra recuperado, perdiera la funda de un diente y padeciera una leve lesión cerebral, que le afectó al oído interno, y por tanto al sentido del equilibrio, a causa de la violenta acción del nombrado segundo mejor jugador de todos los tiempos.

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Según fuentes del Consejo Superior de Deportes, el presidente de la Federación, Jesús López Ricondo, y el presidente de la Comisión Antiviolencia, Carlos Blanco, sostuvieron una conversación sobre el asunto, pero se negó a revelar los términos de la misma. El caso es que después, ni uno ni otro organismo han querido siquiera tratar la agresión de Duishebaiev.

Lejos de escuchar reproches por su acción y por su cruda confesión posterior, Duishebaiev sólo ha recibido muestras de apoyo de dichos organismos. La Federación no quiere perder a su mejor jugador, que cuando irrumpió el caso ya dijo: 'Si no me quieren, dejo la selección'. De hecho, el seleccionador, César Argilés, ha convocado al central nacido en Kirguizistán para una concentración en Torrevieja. Y le ha regalado palabras bonitas. 'Volverá a jugar con España, seguro, se le tienen que quitar de la cabeza la idea de abandonar. Lo que pasó son lances del juego a los que no hay que darles importancia'.

Lances que en este caso consisistieron en el lanzamiento intencionado contra el rostro de un rival del balón a 120 kilómetros por hora. 'Sí, lo hice a propósito', reconoció luego el jugador. 'Nada más salir, a la segunda jugada, me pegó con el codo en la cara y casi me rompió la mandíbula. Me caí al suelo y le pregunté: '¿Qué te pasa, chaval? Esto es un amistoso'. En vez de pedirme perdón, él se rió. Y yo le advertí de que le debía una. Si se ha hecho daño, ¿qué quiere que le diga? Mala suerte'.

La Comisión Antiviolencia no tiene competencia para sancionar a deportistas, pero, en anteriores ocasiones ante casos similares, sí se ha dirigido a las respectivas federaciones para solicitar la apertura de expedientes. Así ocurrió el año pasado, cuando el entonces zaragocista Acuña agredió a un aficionado del Villarreal. Pero esta vez no ha movido un dedo.

Presiones al club

El Alcobendas, el club al que pertenece Israel Sánchez, el jugador agredido, ha decidido 'cerrar el tema', según afirmó ayer su vicepresidente, Luis Carlos Torrescusa. El club ha recibido una carta del Ciudad Real, equipo en el que milita Talant Duishebaiev -la gresión se produjo vistiendo la camiseta nacional-, y otra del propio jugador pidiendo disculpas a la entidad, nunca a Israel Sánchez. El Alcobendas también ha recibido la reciente visita de algunos miembros de la Federación Española que recomendaron al equipo dar por cerrado el caso.

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