El arma brutal de Duishebaiev
El balonmanista rompe un diente y causa una lesión cerebral a un rival de un balonazo intencionado
Israel Sánchez, de 22 años de edad, un odontólogo que juega en el Alcobendas de balonmano, padece una lesión cerebral que afecta a su oído interno y la pérdida de una de sus piezas dentales. La causa de sus males fue un balonazo intencionado, a menos de un metro de distancia y a más de 120 kilómetros por hora de velocidad, que le lanzó paradójicamente su ídolo, Talant Duishebaiev (Pilslipek, Kirguizistán, 1969), considerado durante años el mejor jugador del mundo.
El pasado martes, la selección española disputó un partido amistoso con el Alcobendas. A los pocos minutos, Sánchez le lanzó un codazo a Duishebaiev. Éste se cayó al suelo y creyó percibir que el bisoño jugador del conjunto madrileño, lejos de disculparse, se reía de él. Por eso le señaló con un dedo y le amenazó: 'Te debo una'. Poco después, junto a un árbitro, Duishebaiev desplegó su mano de acero para lanzar un tremendo balonazo a Sánchez. Ayer reconoció a este periódico que lo hizo a propósito, que no se arrepiente de ello y que no piensa excusarse ante su víctima.
Un vídeo guardado por el Alcobendas muestra, según el vicepresidente de este club, Luis Carlos Torrescusa, cómo Sánchez, tras propinar un codazo a Duishebaiev, se acerca a él con la mano extendida para ayudarle a incorporarse. Sin embargo, el central de la selección se escuda, para justificar su acción, precisamente en que Sánchez no le pidió perdón.
Sánchez, que al día siguiente, el miércoles, sufrió un desmayo mientras se entrenaba 'por un vértigo periférico causado por el golpe', una lesión cerebral que afecta al oído interno, y por tanto al equilibrio, por la que permanece en observación médica sin poder asistir a los ensayos de su club.
El jugador dice que cree que la acción de Duishebaiev fue 'a propósito'. No obstante, no tiene pensado interponer ninguna clase de denuncia: 'Lo que pasó, pasado está. No quiero pensar más sobre ello'.
Su club, el Alcobendas, a través de Torrescusa, sí piensa remitir al menos una carta de carácter informativo a la Federación Española.
Un organismo que, a su vez, no parece muy dispuesto a tomar el caso en consideración. Jesús López Recondo, su presidente, afirmó ayer que no le da 'importancia' y que no sabe si fue adrede o no: 'Yo sólo estoy en mi interior, no en el de los demás'. López Recondo aseguró haber visto 'lo que todo el mundo', pero lo interpreta 'como una incidencia más del juego'. 'Todo esto me pilla de sorpresa. Son novedades para mí', confesó.
La federación aún no ha llamado al Alcobendas para interesarse sobre el estado de salud de Sánchez. Este pivote, además de perder un diente y de sufrir una lesión transitoria en el oído interno, padece un cuadro de estrés. 'Han sido demasiadas emociones para él', dice Torrescusa. El jugador, sin embargo, asegura no estar 'nervioso'.
El equipo de Duishebaiev, el poderoso Ciudad Real, vuelve a Alcobendas este próximo sábado. Y la gente de esta localidad no le espera en actitud precisamente amistosa. El martes, al acabar el encuentro, un joven aficionado le pidió una foto firmada a Duishebaiev. Éste se la entregó y el muchacho la rompió entonces en mil pedazos delante de su cara. Tampoco contribuye a enfriar el ambiente las declaraciones de un técnico del Ciudad Real, que se preguntó en voz alta: '¿Vamos a tener que jugar en esta pocilga?'.
El Alcobendas ya ha solicitado a las fuerzas de orden público que controlen el partido. Se espara la presencia de más de 200 seguidores del conjunto manchego.
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