El doctor Bogas confiesa que usó sustancias indebidas en sus pastillas adelgazantes
Las píldoras, que consumieron 30.000 personas, contenían ansiolíticos y diuréticos
El doctor Antonio Bogas reconoció ayer, en el curso del juicio que se sigue en la sección Primera de la Audiencia de Córdoba, que las pastillas adelgazantes que fabricó y vendió durante casi 12 años no contenían sólo extractos de plantas y algas, como se decía en el prospecto, sino también ansiolíticos y diuréticos, además de polvos de tiroides, de hipófisis, hipotálamo y páncreas.
Esta fórmula, que según Bogas se administró a más de 30.000 personas en toda España, no contaba con la autorización de Sanidad. 'Ya estaba hasta las narices de esperar (...). Lo único que he hecho es saltarme algunas normas administrativas', argumentó.
El médico, que se enfrenta a penas de prisión que suman más de 12 años, explicó que había comenzado preparando las pastillas para sus pacientes individualizadamente y que, después, había pasado a producirlas en mayor cantidad, distribuyendo hasta nueve millones de grageas a través de laboratorios y de otros médicos. Cuando se le preguntó si estos facultativos conocían la composición real de la Dieta coadyuvante de control de peso del doctor Bogas, que así se llamaba el preparado, respondió: 'Cualquier médico sabe que con cuatro plantas no se adelgaza, no hace falta que yo se lo diga'.
El doctor, que aseguró que sus pastillas eran extremadamente eficaces contra la obesidad, a la vez que inocuas para la salud, argumentó que las dosis de diazepan, clordiacepoxido, bumetadina y polvo de tiroides que contenían eran demasiado bajas para surtir efecto por sí solas. 'La filosofía es que muchos poquitos hacen mucho', explicó. Así, Bogas incluyó dos miligramos de diazepan en cada cápsula, aunque este principio (conocido como Valium) es psicotrópico y legalmente no puede obtenerse sin receta. Su justificación: 'Por debajo de cinco miligramos no se necesita control médico'. Lo mismo, dijo, se aplica a las demás sustancias. En cuanto a los polvos de hipófisis, de hipotálamo y de páncreas, su uso está prohibido en España desde 1997.
El médico, que no ha sido inhabilitado ni expulsado de su colegio, negó que tomando las dos pastillas que él prescribía al día se pudiesen dar efectos adversos.Sin embargo, los representantes legales de los pacientes dieron cuenta de cuadros de hipertiroidismo y alteraciones cardíacas. Bogas afirmó que otros compuestos adelgazantes semejantes al suyo habían solucionado sus problemas legales pagando una fuerte suma a los abogados de Sanidad.
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