Catadores entre dos tónicas

Un grupo de catadores de vinos se ha encontrado, sin comerlo y casi sin beberlo, en medio del campo de batalla que desde hace años enfrenta a Coca-Cola y Schweppes por el mercado de las bebidas gaseosas.

El pasado mes de junio, algunos de los mejores sumilleres de España participaron en una degustación de tónicas, entre las que se encontraban Schweppes, Kas, del grupo Pepsi, y Nordic Mist, de Coca-Cola. Unos meses más tarde, el 6 de octubre, los principales dominicales lanzaban una doble página de publicidad que mostraba a los expertos en plena cata bajo la pregunta '¿Cómo fue la cosecha de tónica de 2002?'. La conclusión era que Schweppes sacaba varios cuerpos de ventaja a sus competidoras, a las que hacía referencia con nombre y apellidos.

Los sumilleres que participaron en la degustación se quejan de que, aunque sabían que Schweppes organizaba el acto, en ningún momento se les informó de que iba a ser utilizada con fines publicitarios. Schweppes explica que la organización del evento corrió a cargo de un portal especializado en vinos, Conmuchogusto.net, que estaba ya advertido de que se trataba de un anuncio. Y el director del portal, Alain Kelepikis, asegura que a los catadores se les explicó que sus conclusiones podían ser utilizadas como estudio interno o como parte de una estrategia más amplia que no excluía la publicidad. Conclusión: algunos de los expertos que participaron en el evento, como Jordi Vidal, se plantean la posibilidad de entablar una demanda por uso indebido de su nombre, 'aunque todavía no sabemos si contra el portal o contra Schweppes'.

También Coca-Cola estudia posibles acciones contra la marca británica, pero en su caso el pataleo se enmarca dentro de una batalla jurídica que arranca tiempo atrás y que enfrenta a gran parte del sector de las bebidas gaseosas en España contra la chispa de la vida. PepsiCo abrió fuego: el 3 de abril de 2000 presentó una denuncia contra Coca-Cola España y sus embotelladoras por prácticas comerciales ilícitas. A la demanda de la lata azul se unió, el 24 de octubre del año pasado, Schweppes. La marca británica acusaba a Coca-Cola de prácticas restrictivas de la competencia en el mercado español de las tónicas. Lo cierto es que durante años Schweppes lideró este mercado, y mientras su tónica acaparaba el 80% de la demanda, Finley, de Coca-Cola, debía conformarse con un modesto 7%. Todo cambió cuando, hace dos años, la lata roja lanzó al mercado Nordic Mist, que ha escalado hasta hacerse con un 16% de cuota, mientras el todavía líder debe conformarse con el 74% aproximadamente. ¿El secreto? Según Schweppes, Coca-Cola emplea prácticas restrictivas de la competencia, regalando Nordic Mist en bares y cafeterías a cambio de que estos establecimientos compren exclusivamente sus productos. Coca-Cola se defiende y explica que, si ésa fuera su estrategia, también hubiera funcionado con Finley y se hubiesen ahorrado muchos años de mantener en el mercado un producto que no acabó de cuajar. La última palabra en el contencioso la tiene ahora el Servicio de Defensa de la Competencia. Pero mientras, Nordic Mist contraataca utilizando las mismas armas que su adversario, con un anuncio que aparecerá este fin de semana en los principales dominicales.