Un viaje apasionante al pasado

Tartesios, romanos, árabes, cristianos... Héroes y traidores, guerreros y sabios, reyes y mendigos, religiones y etnias, batallas y amoríos, encuentros y choques de culturas... La historia de Andalucía es rica en episodios. El auge que vive la novela histórica no es ajeno a esta circunstancia. Las novedades se agolpan en las librerías y se mezclan con novelas editadas en los últimos años.

Leon Arsenal se adentra en El hombre de la plata (Valdemar) en el territorio de Tartessos. El reino de Argantonio vive su momento de máximo esplendor. Unos saqueadores de tumbas se apropian de lo que parece una de las dos mitades de un pacto sellado en un lingote de plata. Los ladrones intentan vender la pieza, mientras que los espías de Argantonio salen en su busca con la orden de recuperarla. El Mediterráneo occidental del siglo VI a. C. es un escenario fronterizo en el que se mueven tartesios, griegos, fenicios e indígenas del resto de la península Ibérica.

Pero es la Andalucía dominada por los árabes el escenario más recorrido en las novelas históricas. No en vano fueron casi 800 años los que mediaron entre la invasión y la caída del reino de Granada. Entre las novedades, destaca Almanzor. El gran guerrero de al-Andalus (Temas de Hoy), de Magdalena Lasala. Almanzor, que nació en Torrox (Málaga), fue un caudillo cuyas victorias llenaron de temor a los cristianos. Incendió Barcelona en 985 y destruyó Santiago de Compostela en 997. Almanzor murió a consecuencia de las heridas recibidas en la batalla de Catalañazor en 1002.

El mozárabe (Ediciones B), de Jesús Sánchez Adalid, tiene también a Almanzor como uno de sus protagonistas. Abderramán III tomó en 929 en Córdoba la decisión de proclamarse califa y emir de los creyentes. Se abría así en la España musulmana una época de esplendor. En esa Córdoba, famosa en el mundo por su riqueza y pujanza, inician su andadura los dos protagonistas de la novela: el seductor y ambicioso Abuámir, que pasará a la historia con el nombre de Almanzor, y el reflexivo Asbag, un clérigo mozárabe que conocerá a algunos de los personajes más relevantes de su tiempo. Sánchez Adalid recuerda el decisivo papel de los mozárabes (cristianos que vivían en territorio musulmán) en la historia española.

César Vidal vuelve también a Al-Ándalus en Las cinco llaves de lo desconocido (Maeva). Qamar, el protagonista, marcha a inicios del siglo X de Bagdad a Al-Ándalus en busca de un instrumento musical desconocido en Oriente. Su condición de mujer, su cabello rubio y sus ojos claros van en su contra en un mundo difícil. El emir de Qurtuba, el señor de Ishbiliya y el rey de León son algunos de los personajes con los que se cruzará Qamar.

Joaquín Borrel relata en La balada de la reina descalza (DeBolsillo) la historia de los amores de Al-Mutamid, tercer rey de la taifa sevillana, e Itimad, sirvienta en una morería. Al-Ándalus es asimismo el escenario de gran parte de El caballero del Cid (Planeta), de José Luis Olaizola. Efrén, hijo de un normando y una mora, tiene como primer maestro a un anciano árabe que le enseña el arte de la cetrería y con quien comparte el secreto de un tesoro. Efrén conocerá el amor tras los muros de Granada y acabará combatiendo en las mesnadas del Cid.

Al-Gazal, el viajero de los dos Orientes (Edhasa), de Jesús Maeso de la Torre, tiene como protagonista a un personaje proteico. Yahía ben al-Hakam, conocido como Al-Gazal, tuvo una vida llena de aventuras. Viajó a Bizancio para negociar con el emperador y defendió Sevilla de los ataques vikingos.