Un atentado con bomba contra una iglesia siembra el terror en Filipinas
Manila pone en estado de alerta a sus fuerzas de seguridad ante la amenaza terrorista
Al menos una persona murió y 17 resultaron heridas ayer en Zamboanga, capital de la sureña isla filipina de Mindanao, al hacer explosión una bomba colocada en un ciclotaxi aparcado junto a una de las puertas del Fuerte Pilar, un santuario católico al que acuden numerosos creyentes. Ante la ola de atentados que sacude el país, la presidenta de Filipinas, Gloria Macapagal Arroyo, ha puesto en estado de alerta al Ejército y a la policía.
Éste es el segundo atentado en cuatro días que sufre Zamboanga, una ciudad predominantemente católica. El jueves murieron siete personas y más de un centenar resultaron heridas al estallar dos artefactos explosivos en un centro comercial. Tanto la bomba de ayer como las del jueves son de fabricación casera y atribuidas por la policía a extremistas islámicos, aunque hasta el momento no ha sido reivindicada la autoría de ninguno de ellos.
Otros dos atentados en Manila, en los que han muerto dos personas, y el ocurrido a primeros de mes cerca de Zamboanga, en el que murió un soldado estadounidense, son también atribuidos a la guerrilla de Abu Sayyaf, que pretende la independencia de la isla de Mindanao para convertirla en una república islámica.
Un portavoz de Abu Sayyaf señalaró ayer que es falso que el hombre detenido y presentado públicamente por la presidenta Gloria Macapagal el viernes sea el dirigente guerrillero Abu Pula. La presidenta mostró la fotografía de un sospechoso de nombre Mark Bolerin Gumbahale e indicó que se trataba de Abu Pula, lo que ahora desmiente el portavoz guerrillero.
Macapagal, que ha puesto el Ejército y la policía en estado de alerta para evitar nuevos atentados, ha ordenado la búsqueda y captura de los responsables de esta ola de atentados, lo que ha motivado la detención de decenas de sospechosos.
Mientras, en Indonesia, el Gobierno, que presionado por los países vecinos, EE UU y Australia ha detenido a Abu Bakar Bashir, sostiene que el dirigente religioso islámico no es responsable de la matanza de Bali.
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