Realidad en otra dimensión

Hace cuatro años Jesús de la Torre recibió el encargo de una empresa sevillana para elaborar una parte de los contenidos interactivos del museo de Matalascañas (Huelva) y antes de que se diera cuenta ya tenía sobre la mesa más pedidos. Como tenía claro que su futuro no pasaba por ejercer de administrativo, los estudios que desarrolló, puso en marcha una empresa que ya cuenta entre sus premios con el de Expansión que concede la Consejería de Empleo y Desarrollo Tecnológico. Ahora tiene capacidad para desarrollar cuatro grandes proyectos anuales divididos en dos grandes sectores: el ocio tecnológico y la simulación.

Ese primer proyecto está ya al servicio del público en el museo y consiste en un juego de tres minutos de duración mediante el que el visitante puede manejar condiciones climáticas diferentes para ver cómo se transformaría en un horizonte de cien años el paisaje de dunas de arena de Matalascañas. El proyecto se realizó a través de un estudio científico según el cual transcurrido un siglo la arena terminaría tragándose el pueblo.

El proyecto tardó ocho meses en materializarlo, pero enseguida llegaron más. De la Torre explica que se dio cuenta de que muchas empresas han optado por no establecer departamentos de I+D por el elevado coste que tienen, lo que supone dejar un hueco sin cubrir que él está dispuesto a llenar con su trabajo. 'Podemos ofrecer proyectos de investigación en varias áreas adaptándonos a los que nos reclamen', destaca el responsable de Taospain.

La empresa tiene sede en Jaén, pero un único cliente de esta provincia, y reciente, de este mismo año. Los encargos llegan a través de internet de empresas situadas en lugares tan dispares como Japón, Estados Unidos, Barcelona o Madrid. En su página en internet explica que pueden distinguirse dos líneas principales de negocio: el Ocio Tecnológico, que va desde la creación de atracciones visuales/mecánicas y electrónicas aplicadas a parques temáticos, exposiciones, museos o ferias de muestras hasta la promoción de marcas comerciales; y la simulación en tiempo real o realidad virtual aplicada en la reconstrucción virtual de elementos arquitectónicos (edificios, monumentos, urbanizaciones o grandes extensiones terrestres) y aplicada también a la simulación militar y civil.

Uno de los proyectos a los que más tiempo está dedicando De la Torre es el de un simulador de vuelo de producción propia que se utilizará en una campaña contra el consumo de droga.

El objetivo es demostrar cómo afecta el alcohol o el consumo de otras drogas a la conducción. Se trata de una cabina con mandos de control en la que podrá entrar una persona y que permite giros completos para sentir el vértigo y la sensación de pérdida de control. Funciona como una avión a reacción.

Taospain funciona en la actualidad sin ningún tipo de actividad comercial. Todos los clientes llegan a través de la red y los trabajadores de la empresa realizan su actividad también mediante internet. El fundador de la empresa ha creado un original sistema de funcionamiento. Con los clientes no suele haber ni contacto telefónico, pero tienen una página en internet, con una clave propia, que les permite entrar en cualquier momento y conocer en qué punto exacto se encuentra su proyecto. Incluso si se dispone de maquetas, unas cámaras conectadas en tiempo real dejan comprobar en qué se está gastando el dinero aportado por los clientes.

Este sistema de funcionamiento tendrá ligeras variaciones a corto plazo, ya que para el próximo año está prevista la entrada en funcionamiento de una oficina en Madrid. Pero la sede se mantendrá en Jaén. 'No sólo no supone un impedimento tener la empresa en esta ciudad, sino que es una ventaja. Mientras que en Madrid hay costes financieros altísimos, aquí es más rentable, y además el tiempo que se pierde en desplazamientos en una gran ciudad yo lo utilizo para pensar en los proyectos', destaca el creador de Taospain.

La empresa desde su creación ha crecido un 240% de media anual. Tanto se está incrementando la actividad que va a contratar a dos personas de forma directa, estudiantes recién salidos de la Universidad de Jaén a los que completará la formación. El empezó a curiosear con los ordenadores cuando tenía 11 años, y tras una formación autodidacta esencialmente asegura que está ofreciendo servicios en nuevas tecnologías que en estos momentos pocas empresas europeas pueden ofertar.