Una exposición con tres sedes acoge el arte de Felipe V
El Museo del Prado, la Casa de las Alhajas y el Palacio Real exhibirán obras de arte de la corte del primer Borbón
Felipe V, primer monarca de la dinastía de Borbón, nieto del Rey Sol, Luis XIV, va a protagonizar una nueva entrada en Madrid. Será el próximo 30 de octubre. En esta ocasión, la cuarta en que retorna a Madrid, el duque de Anjou no vendrá precedido por batalla alguna contra ningún archiduque de Austria, como así sucedió en la primera ocasión de las tres en que se instalara aquí, con apoyo popular, al culminar la Guerra de Sucesión en el primer tercio del siglo XVIII.
Ahora, aquel rey altivo y enérgico, bien que sensible y refinado, entrará en Madrid en son de paz, de la mano de Patrimonio Nacional y de Caja Madrid, a través de una exposición denominada El arte en tiempo de Felipe V. La muestra, que durará hasta el 31 de enero y cuyo comisario es el catedrático Miguel Morán Turina, presenta la particularidad de tener tres sedes, todas de acceso gratuito.
La primera será la Casa de las Alhajas, eje cultural de la caja madrileña, rehabilitada a propósito, con 250 metros cuadrados más de espacio expositivo a añadir a sus 600 anteriores y un nuevo acceso, recién abierto, por la calle de las Hileras.
En este edificio del XIX, obra de Fernando Arbós, se exhibirán maquetas y planos del Real Sitio de La Granja -tan caro a la segunda esposa del Borbón, Isabel de Farnesio, quien sabiamente italianizara los gustos de su corte-; del de Aranjuez; el Buen Retiro, y el Alcázar de Madrid, obra de Robert de Cott y vestigio único de aquel palacio-fortaleza que ardió extrañamente el día de Navidad de 1734.
La Casa de las Alhajas expondrá, asimismo, planos inéditos del Madrid del tránsito dinástico de los Habsburgo a los Borbones, a horcajadas de los siglos XVII y XVIII.
La segunda sede de la exposición será el Museo del Prado, que aunará 63 de los mejores lienzos allí habidos de la época, con obras de Van Loo, retratista regio; Rank; Procaccini; Meléndez, y del espléndido Ferdinand Rigaud. El Palacio Real, tercera sede de la muestra, también lucirá telas de este retratista francés, así como otras del no menos excelso Solimena. Exhibirá además muebles, joyas, vestidos y armas, entre ellas escopetas de caza, una pasión del primer Borbón.
Un objeto muy destacado en la exposición del Palacio Real será la llamada Berlina dorada, recién restaurada. Se trata de un carruaje decorado con pátina de oro y es de los escasísimos de su época (principios del siglo XVIII) que se conservan en España. Este vehículo, comprado por Alfonso XIII, perteneció al marqués de Alcañices y muestra un singular pescante con molduras italianas.
Por su belleza, la berlina bien pudiera haber sido prestada a Felipe V por un cortesano para dar fuste a sus tres entradas en Madrid. Estos viajes se produjeron tras abandonar la ciudad su adversario, el archiduque de Austria, quien protagonizó dos fantasmales estadías, de dos meses y 24 horas, en 1706 y 1710.
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