Una asistenta perece al caer de un octavo piso cuando intentaba reparar la persiana

Fernanda Rodríguez Jiménez, una empleada de hogar de 48 años, murió en la mañana de ayer tras precipitarse accidentalmente desde un octavo piso en el distrito de Chamartín. La víctima intentaba arreglar una persiana atascada cuando perdió el equilibrio y cayó al vacío, según la Jefatura Superior de Policía. Este accidente se produjo dos días después de que un niño de 13 años muriera tras caer desde un noveno piso en Usera.

El accidente se produjo pasadas las once de la mañana en el número 19 de la calle de Apolonio Morales, en el Residencial Tiuna, cuando la empleada intentaba arreglar la persiana de una ventana con vistas a la fachada principal del edificio y en el que hay un denso geranio enredadera de color rosa. La mujer salió a la ventana y se apoyó en la jardinera que hay en el exterior, según la versión policial. Instantes después se desequilibró y, sin poder agarrarse a ninguna parte del balcón o de la ventana, se precipitó al vacío. Otras versiones apuntan a que la mujer intentaba limpiar los cristales por la parte exterior. Incluso algún vecino señaló que pretendía podar el geranio, ya que la planta impedía ver la calle desde el interior del piso.

Rodríguez cayó de cabeza y golpeó una jardinera que adornaba un patio interior del primer piso. La mujer sufrió un fuerte traumatismo craneoencefálico y politraumatismos por todo el cuerpo, que le costaron la vida en el acto, según explicó un portavoz de Emergencias 112. Al lugar del accidente acudió una UVI móvil del Summa, que sólo pudo certificar la muerte de la empleada de hogar. 'Hemos oído un golpe muy fuerte y, cuando nos hemos asomado, hemos visto a la mujer rodeada en un gran charco de sangre, que permanecía inmóvil. Cuando nos hemos acercado, hemos visto que no se podía hacer nada. A pesar de todo, hemos llamado a una ambulancia, que no ha podido hacer nada por la mujer', señaló un trabajador que realizaba una reforma en un piso del edificio.

17 años en la misma casa

Según explicaron vecinos y familiares, la mujer vivía en Tetuán, cerca de la avenida del Marqués de Viana. Estaba casada con el dueño de un quiosco de periódicos y tenía dos hijos: una joven de 17 años y un niño de 13. Trabajaba en la casa desde la que se accidentó desde hacía más de 17 años. Tras casarse y tener a uno de sus hijos, estuvo varios meses sin acudir al trabajo, pero luego regresó a su empleo. 'Era una persona muy inquieta, que siempre tenía que hacer algo. Además, hacía poco que la habían operado y ya no estaba tan ágil como anteriormente', señaló una vecina.

Además del empleo de la calle de Apolonio Morales, Rodríguez limpiaba unas oficinas cercanas a su vivienda y el portal donde residía desde hacía 11 años, en el barrio de la Ventilla. 'Estaba buscando a otra mujer que la sustituyera en la casa donde servía porque estaba ya muy cansada. En cuestión de unas semanas, quería dejarlo', señaló un familiar directo de la víctima. 'Por las mañanas se iba pronto de casa y regresaba sobre las seis o las siete de la tarde. Muchas veces acudía a recoger a su hijo al colegio y después ya se dedicaba a hacer las tareas de su casa', añadió la vecina.

Este accidente se produce dos días después de que un niño de 13 años, A. M. M., muriera tras precipitarse desde un noveno piso, cuando intentaba agarrar una zapatilla deportiva que estaba tendida en la terraza. Los hechos se produjeron a las 8.10 en la calle de Silvina (Usera), cuando el muchacho se marchaba al colegio.

El accidente laboral que costó ayer la vida a Fernanda Rodríguez se produce tras el ocurrido el martes en la localidad de Arroyomolinos, donde un hombre de 55 años murió tras caerle encima un talud de tierra mientras trabajaba en una zanja. Según el sindicato CC OO, ascienden ya a 144 los trabajadores fallecidos este año tanto en el tajo como in itinere (camino del mismo).