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El explosivo de Bali es el mismo que usó Al Qaeda en dos atentados antiamericanos

Detenidos dos civiles y un militar indonesio, sospechoso de introducir la bomba en la isla

Miquel Noguer

La participación de Al Qaeda y de sus aliados indonesios de Yamaa Islamiya en el atentado de Bali, que causó el sábado cerca de 200 muertos y más de 300 heridos, parece confirmarse según avanza la investigación policial: los restos de la bomba utilizada por los terroristas indican que el explosivo es el mismo que fue empleado por Al Qaeda en el ataque en Yemen contra el destructor estadounidense Cole, en octubre de 2000. Restos del mismo material también fueron hallados en el primer atentado contra el World Trade Center de Nueva York, en 1993.

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Pero hay más: la posible implicación de ciudadanos indonesios toma cuerpo después de que la policía confirmara ayer la detención de dos hombres; el documento de identidad de uno de ellos fue hallado en el lugar del atentado. También se investiga a un ex militar de la Fuerza Aérea, sospechoso de haber ayudado a fabricar la bomba o de haberla introducido en la isla.

Con estos avances, el Gobierno de Yakarta trata de responder a las críticas internacionales, que le tildan de permisivo con los grupos radicales islamistas. Para reafirmar esta línea, el Ejecutivo declaró 'grupo terrorista' a Yamaa Islamiya (YI), medida a la que se había negado hasta ahora. El ministro para la Seguridad del Estado, Susilo Bambang, dijo que su Gobierno debe 'respetar y creer' las sospechas de otros países de que este grupo es parte de una red terrorista transnacional y añadió que la visión de Indonesia no puede diferir de la de Malaisia y Singapur.

Yakarta mantiene su resistencia a relacionar YI con el clérigo de la isla de Java, Abu Bakar Bashir, que ha expresado en público su admiración por Osama Bin Laden y sus acciones. En opinión del ministro, aún no hay pruebas de la relación de este líder religioso con Al Qaeda.

Con este juego de equilibrios, el Ejecutivo trata de evitar más conflictos internos, ya que ese clérigo goza de gran popularidad en la superpoblada Java.

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Fuentes gubernamentales sí admitieron, en cambio, sus sospechas de que otro líder religioso, conocido como Hambali, fue el líder de Yamaa Islamiya, como sostienen los servicios de espionaje occidentales. Este grupo, que nació como movimiento religioso en los años setenta, ha acabado por compartir los objetivos políticos de Al Qaeda.

Las conexiones entre Bin Laden y YI serían más evidentes aún de confirmarse lo publicado ayer por el diario estadounidense The Washington Post, que informa de que un jefe de Al Qaeda, detenido en junio en Indonesia, afirmó en su interrogatorio que un ciudadano saudí entregó una importante suma de dinero a Yamaa Islamiya para comprar explosivos. Éstos, según el rotativo, habrían sido adquiridos e introducidos en Indonesia por el ex militar detenido en las últimas horas.

Mientras prosigue la investigación, en Bali continúan las tareas para la identificación de los cadáveres de las víctimas de la explosión en Sari Club y sus alrededores. Las familias esperan con resignación el resultado de los análisis de ADN, que deben permitir la identificación de los cuerpos carbonizados. Hasta el momento sólo 40 de los 187 cadáveres han podido ser repatriados con un nombre y un apellido. Unas 250 personas siguen consideradas desaparecidas, al no conocerse su suerte. La lentitud de los trabajos de identificación indigna a las familias, sobre todo después de que las autoridades admitieran que necesitarán semanas para concluir la tarea.

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Sobre la firma

Miquel Noguer
Es director de la edición Cataluña de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado en la redacción de Barcelona en Sociedad y Política, posición desde la que ha cubierto buena parte de los acontecimientos del proceso soberanista.

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