La campaña antiterrorista mundial dispara el interés por la cartografía digital

La cartografía digital vuelve a sus orígenes: los usos militares. Esta vez a gran escala. La campaña internacional contra el terrorismo ha puesto a la tecnología GIS (Sistemas de Información Geográfica) en el centro de la atención de los gobiernos occidentales. Así lo manifiesta David Maguire, director de Productos y responsable del área internacional de ESRI Inc., dedicada a la producción de cartografía digital. Maguire participó, ante cerca de 1.000 inscritos, en la Conferencia de Usuarios de ESRI España Geosistemas, firma con el 40% del mercado nacional del sector.

Terrorismo y usos civiles

La cartografía digitalizada se está convirtiendo en una herramienta esencial en la lucha contra el terrorismo. Maguire lo pudo comprobar en Irlanda del Norte durante la pasada década.

En España, el Ministerio de Defensa es también cliente de ESRI España Geosistemas. Lo reconoce su consejero delegado, Alfonso Rubio, quien no puede detallar los usos que realiza el ministerio dirigido por Federico Trillo porque es materia reservada y muchas veces ni ellos mismos saben a qué se destinan sus mapas. Sí menciona que el Centro de Coordinación de la Defensa, donde se recibe la información en situaciones de crisis, es uno de los destinatarios.

Maguire cita, entre los encargos recientes que ha recibido su empresa, 'la creación, en tiempo récord, de bases de datos georreferenciadas sobre áreas del mundo que son objetivos militares, en especial de países de Oriente Próximo'. Otro campo en el que se multiplica el trabajo es en la seguridad interior en EE UU. 'La defensa del territorio, de sus infraestructuras más sensibles, frente a eventuales ataques terroristas es otra prioridad', explica. 'Proporcionamos escenarios de prueba, en los que se ensaya cómo desplazar equipos humanos y material...'.

El Centro de Satélites de la Unión Europea, ubicado en Torrejón (Madrid), es, en palabras de Alfonso Rubio, muy activo en cuanto a emitir información fotográfica precisa y constante, unos datos que, por ejemplo, se están usando en misiones de paz como la de Bosnia. 'Antes', indica, 'para que la cartografía estuviera operativa se trabajaba sobre periodos plurianuales. Ahora podemos transmitir información a gran velocidad de los satélites y generar una cartografía de precisión casi en tiempo real'.

Los usos militares no frenan el auge de la tecnología GIS para uso civil. Las bases de datos convencionales se quedarán obsoletas si no incluyen la referencia geográfica con cartografías digitales. Rubio recuerda que, a mediados de la década de 1990, se produjeron las primeras integraciones de mapas en las bases de datos tradicionales, algo que 'ha dejado de ser experimental'.

'En los últimos meses', explica, 'las herramientas comerciales que más nos demandan son las que permiten gestionar esa información cartográfica en bases de datos'. El siguiente paso será integrar imágenes y aplicaciones en 3D, además de lo que se conoce como tecnología orientada a objetos, en la que cada elemento tiene asignados unos atributos que lo dotan de capacidad de reconocimiento de los errores humanos que se pueden producir al modelar espacios tridimensionales o superficies.