Springsteen llega a Barcelona para ofrecer su único concierto en España
El Palau Sant Jordi se llenará esta noche con 18.000 seguidores de El Boss, que actúa junto a su potente grupo, la E Street Band
Algo ha cambiado en Bruce Springsteen desde su anterior visita a Barcelona en 1999. La seguridad se ha impuesto alrededor del cantante que ayer llegaba desde París en un vuelo privado acompañado por su familia, la E Street Band y 70 maletas. El equipaje necesario para realizar el único concierto que dará en España dentro de su gira mundial, el de esta noche en el Palau Sant Jordi. Si una multitud de fans recibió al artista en su visita anterior, ahora apenas cuatro seguidores de El Boss le esperaban en el aeropuerto donde se jugaba al despiste para que nadie obtuviera una imagen del cantante. Las maniobras de la organización funcionaron. Springsteen llegó a las 15.30 a Barcelona y se encerró en la suite que tiene reservada en el hotel Arts. 'El artista debe descansar del concierto que dio el lunes en París y no realizará ninguna salida', señalaban los organizadores del concierto. La cita queda pues aplazada para esta noche y comenzará a las 21.00 (media hora antes de lo anunciado). Este adelanto se debe a razones de programación de la cadena MTV, que transmitirá el concierto para toda Europa (en España por Canal Satélite Digital). Las puertas del recinto también se abrirán un poco antes, a las 19.00 horas.
Con las 18.000 localidades del Palau Sant Jordi agotadas -lo hicieron en seis horas-, este concierto se anticipa como un baño de multitudes para El Boss, un rockero que, con el otoño de su vida ya a la vista, ha decidido reunificar a su mítica E Street Band, con la que no grababa un disco en estudio desde el lejano Born in the USA (1984). La E Street Band no sólo tocará con El Jefe, sino que ha grabado con él The rising. Un disco en el que Springsteen lame las heridas que en su país originaron los atentados del 11 de septiembre y del que se puede aventurar que interpretará la práctica totalidad esta noche. A este puñado de nuevas canciones habrá que añadir una lista de clásicos entre los que ha venido interpretando Darkness of the edge of town, Born to run, Glory days, Born in the USA o Prove it all night.
O sea, un concierto de rock en estado puro con viñetas que han iluminado la vida de más de una generación. En conjunto se espera un espectáculo cuya duración se aproxime a las tres horas. En eso, El Boss siempre fue espléndido. Para escenificarlo no se espera un gran despliegue, Springsteen fía todo a la pegada y entrega tanto de sí mismo como de su infalible banda de directo. A menos que haya sorpresas de última hora, no habrá nada que despiste al público de la música y del musculoso poderío de sus intérpretes. Un concierto como los de antes que, eso sí, despliega más 30 toneladas de material que desplazan en nueve tráilers.
La sonrisa de la banda
'Esto no es propio de Springsteen, seguro que es por la gente que lo rodea', decía, en tono justificador, uno de los cuatro fans que se acercaron al aeropuerto para recibir a su estrella. Como consuelo, él pudo volver a casa, tras dos horas de espera, habiéndose fotografiado con el académico Manu Tenorio (que se encontraba en la terminal) y llevándose una sonrisa del inmenso saxofonista de la E Street Band, Clarence Cleamons. Cleamons, cojeando por una lesión de cadera, enjoyado hasta el límite y oculto tras unas gafas de sol, fue uno de los pocos que saludaron a los fans.
En la entrada del hotel Arts, unos cuarenta jóvenes -alguno recién llegado de París, otro cargado con una guitarra para que se la firmara su ídolo- esperaban pacientemente la oportunidad de un saludo de un artista como los de antes, como aparenta ser Springsteen. Éste viaja con su familia, apenas tiene caprichos de estrella y, todo lo más, se le reconoce pasión por la buena comida. De esta manera suele informarse de los mejores restaurantes de las ciudades que visita a fin de probar sus especialidades, el jamón serrano en el caso de la cocina española. Una vez concluido su concierto en Barcelona, Springsteen continuará su gira europea, en la que visitará Bolonia, Berlín, Rotterdam, Estocolmo y Londres. Con posterioridad, volverá a Estados Unidos para continuar una gira que concluirá el 13 de diciembre. No se descarta que el próximo año El Boss vuelva a Europa para realizar una gira más amplia.
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